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ARMAS Y CUERPOS 134

Armas y Cuerpos Nº 134 101 Asalto Carlista a una posición liberal Cuando, vencida la resistencia, se disponían a entrar en Hernani, avistaron un enorme contingente carlista en formación de combate. Se trataba del ejército del Infante Don Sebastián3, quién, al no haberse enfrentado a las tropas de Pamplona, y teniendo conocimiento de la ofensiva del General Evans, había marchado, al frente de 20.000 soldados, hacía San Sebastián, recorriendo más de 100 kilómetros en menos de dos días. Este ejército, sin haber descansado, atacó a los efectivos liberales que se aproximaban, los puso en fuga, tomó al asalto el alto de Oriamendi, e hizo a los isabelinos retirarse hasta la seguridad de las murallas de San Sebastián. Durante la persecución, las tropas carlistas concentraron su esfuerzo en atacar a los efectivos extranjeros, no dándoles cuartel, y dejando a los españoles retirarse sin hostigarles en exceso. Dos años atrás, se había fi rmado un convenio para la humanización de la guerra pues en un primer momento ninguna de las facciones respetaba la integridad de los vencidos, y, en muchos casos se producían atropellos y desmanes impropios de un país occidental. El gobierno británico, mandó una misión encabeza por Lord Elliot4, a fi n de lograr un acuerdo entre ambos contendientes para regular el trato a los prisioneros y a los no combatientes. Después de breves negociaciones, el acuerdo fue rubricado por el general carlista Tomás de Zumalacárregui y el general isabelino Gerónimo Valdés. No obstante, Don Carlos dejó fuera del acuerdo a las tropas extranjeras, dictando que: “los cuerpos extranjeros que viniesen para sostener el dominio de la usurpación en la cuestión de la sucesión, que era cosa que atañía tan sólo a la Nación Española, quedaban excluidos de los benefi cios del Tratado de Lord Elliot”. Puntos estratégicos en torno a San Sebastián durante la Primera Guerra Carlista


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