Armas y Cuerpos Nº 134 71 Entre julio de 1941 y diciembre de 1943, España envió a Rusia, bajo bandera española y amparados por el Código de Justicia Militar español, a 600 militares voluntarios del Ejército del Aire (pilotos y personal de tierra y mantenimiento que formaron 5 Escuadrillas Azules que combatieron en los cielos de Rusia), 134 de la Armada (prácticas en torpederas de la Kriegsmarine que llegaron a entrar en combate con la fl ota rusa en el Mar Báltico) y 45.500 militares voluntarios para la unidad de Tierra (División Azul), entre ellos 310 guardias civiles. Hablar en términos ideológicos de la División de Infantería de Voluntarios Españoles 250 o División Azul, siempre lleva a la zona de los claroscuros, primando siempre la propia ideología de quien opine. Para ser objetivos y haciéndolo exclusivamente en términos militares, basta con recurrir a la documentación de los archivos nacionales y militares de España, Alemania, Rusia, Polonia, Estonia o Estados Unidos y documentarse, con la bibliografía existente, para situarse ante la visión histórica de aquella máquina militar, sin parangón en la historia de las FAS españolas del siglo XX. La División Azul es la unidad de la II Guerra Munidal (IIGM) sobre la que más tinta se ha gastado y, pese al magnífi co plantel de libros que divisionarios e historiadores españoles han dedicado a su historial, y con el único objeto de evitar la polémica que pueda suscitar la particular ideología de cada uno de los autores nacionales y las dudas sobre la subjetividad o partidismo de sus obras, lo sean o no; introduzco la consideración de que siempre puede recurrirse a otros grandes estudios de investigadores norteamericanos especializados en la II G M como David M. Glantz, G.R, Kleinfeld, L.A. Tambs o Anthony Gemaldi; alemanes como Ruby Rohrlich, Klaus-Jörg Ruhl, Heinz Von Hobe, Werner Haupth, Fred Nemis o Hellmuth Bergk; rusos como Boris Nikolaevich Kovalev, polacos como Tadeusz Zubinski o Wojciech Jercy Muszyrisky, y otras de varios escritores rusos, italianos, ingleses, holandeses y belgas. El impacto histórico de la División Azul no puede juzgarse únicamente por sus hechos de armas y la calidad de los hombres que los realizaron, sino que también han de tenerse en cuenta otras dos importantes consideraciones altamente signifi cativas, como haber sido el cortafuegos necesario para conseguir la neutralidad española en la IIGM y la llave contra las amenazas de invasión de España por alemanes (las operaciones Félix, Isabela, Ilona y Gisela I y II) o Aliados ( Torch y Backbone I y II); además de constituir la forma de pago de cerca del 50% de la deuda de España
ARMAS Y CUERPOS 134
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