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ARMAS Y CUERPOS 134

80 Armas y Cuerpos Nº 134 gravemente enfermo y poco antes de morir confi ó a un amigo que llevara el cuadro a una iglesia para recibir un culto digno. Al morir el comerciante, su amigo romano se dispuso a cumplir su promesa, pero su mujer le persuadió de guardar el cuadro en casa. Tras varias apariciones de la Virgen pidiéndole que lo llevara a una iglesia para su culto, fi nalmente le dijo: - Te avisé, te amenacé, pero como no me has querido creer, es necesario que tú salgas primero para que yo pueda encontrar un lugar más digno. De hecho, el obstinado comerciante abandonó enseguida su casa, pero en un féretro y rumbo a la sepultura. De nuevo se apareció, en este caso a su hija de seis años y a su viuda para decirle que la sacaran de casa y la llevaran a una iglesia, pero una vecina las convenció de mantener el cuadro en casa. Esta mujer sufrió enseguida el ataque de terribles dolores, y arrepentida por su mala acción recurrió a la misericordia de María, curándose al tocar el milagroso cuadro. La viuda, la hija y la vecina lo comunicaron a los Padres Agustinos, encargados de la mencionada iglesia. La noticia corrió rápidamente por toda la ciudad, y el 27 de marzo de 1499 se trasladó el cuadro acompañado de una numerosa procesión mientras realizaba sanaciones milagrosas. Finalmente se colocó la imagen sobre el altar mayor de la iglesia de San Mateo y permaneció allí durante trescientos años. Historia En 1798 las tropas de Napoleón invadieron Roma, exiliaron al Papa Pío VI arrasando la ciudad, y con ella 30 iglesias, San Mateo entre ellas. A pesar de todo, el icono fue salvado en el último momento por un sacerdote que lo llevó primero a la iglesia de San Eusebio y después a la capilla privada de los agustinos en el convento de Santa María in Posterula. Un antiguo fraile de la iglesia de San Mateo contó la historia del cuadro al entonces monaguillo Miguel Marchi, que posteriormente sería sacerdote


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