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58 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 9 / 2017 Este alto nivel de apreciación, sin embargo, no se traduce en un nivel comparable de interés hacia la carrera militar, en parte porque una economía próspera brinda un sector civil atractivo y competitivo, más acorde con la visión del mundo que tienen las cohortes de población que podrían desear hacer carrera en las Fuerzas Armadas. Consecuentemente, estas se enfrentan a problemas crónicos de reclutamiento y retención41. La existencia de esta brecha estructural parece estar ampliamente aceptada. De hecho, las Fuerzas Armadas resisten a los esfuerzos civiles por forzar una convergencia en valores entre civiles y militares, invocando su «necesidad de ser diferentes» en el cumplimiento de su misión42. Los civiles parecen también aceptar esta situación, como sugiere la adopción política del sistema de valores implícito en el Military Covenant pacto entre Gran Bretaña y sus Fuerzas Armadas, N. de la T.. Lo que preocupa a los militares es el incremento constante de la brecha estructural debido al creciente distanciamiento entre los valores de las Fuerzas Armadas y los de la sociedad británica. Mientras las primeras aprecian y cultivan valores como el sacrificio propio, la cohesión de la unidad, la obediencia y la lealtad a la Corona, la sociedad civil posmoderna y liberal valora mucho la autonomía individual, la autorrealización o la satisfacción personal por encima del bien de la comunidad, que la harían más propensa a cuestionar las campañas militares43. Para los militares, esta tendencia negativa podría acelerarse ahora que han terminado los despliegues operativos en Iraq y Afganistán y que las Fuerzas Armadas ya no ocupan el centro del interés público, conduciéndolas al olvido y a sufrir la indiferencia de la población general, de la que quedan desconectadas44. La escasa representación de las minorías étnicas en las filas es una preocupación constante para los militares británicos. Mientras que las estimaciones actuales indican que el porcentaje de habitantes que no son de raza blanca en el Reino Unido es de un 15 % aproximadamente, la proporción en las Fuerzas Armadas no llega al 7 %. Esta es una de las principales preocupaciones respecto al reclutamiento, teniendo en cuenta los indicadores de la menguante demografía del país45. Una tupida red de grupos de expertos tan prestigiosos como la Chatham House o el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos facilitan el debate público sobre 41  En 2007, por ejemplo, la Armada no consiguió cubrir casi 6.000 de las plazas ofertadas. Véase EDMUNDS, Timothy y FORSTER, Anthony, Out of Step. The Case for Change in the British Armed Forces. London: Demos, 2007, p. 51. 42  FORSTER, Anthony, «The Military Covenant and British Civil-Military Relations: Letting the Genie out of the Bottle», Armed Forces & Society, vol. 38, n.º 2 (April 2012), p. 274. 43  HINES et al., «Are the Armed Forces Understood», p. 693. 44  Ibíd., p. 691. 45  KIRKUP, James, «Threats to Army units failing to recruit ethnic minorities», The Telegraph, June 07, 2012, http://www.telegraph.co.uk/news/uknews/defence/9317898/Threats-to-Army-units-failing-to- recruit-ethnic-minorities.html (consultado el 21 de junio de 2016). http://revista.ieee.es/index.php/ieee


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