OPINIÓN ble de soportar los desfiles, las ruidosas Leyes Penales, los ejercicios y ensayos habituales de la banda de cornetas y tambores y los ensayos de la banda de música. También recuerdo que la Sala de Infecciosos estaba ubicada en la nave de crujía del primer piso y quedaba precisamente encima de la cantina del cuartel de Infantería de Marina, desde donde eran izadas con una cuerdecilla botellas y más botellas de vino con la que olvidaban sus penas los tuberculosos hospitalizados en Tisiología”. En 1931, tras el advenimiento de la II República, la Infantería de Marina se declaró a extinguir. Las fuerzas del Cuerpo en Cartagena sufrieron una drástica disminución, de forma que en agosto de dicho año llegaron a estar al mando de un capitán, posteriormente de un comandante (en octubre) y por fin se estabilizó su organización como grupo, en noviembre de dicho año, con el nombre de Grupo de las Fuerzas de Infantería de Marina de la Base Naval Principal de Cartagena, al mando de un teniente coronel, situación con la que se llegaría al comienzo de la guerra civil en 1936. Al haber cambiado la bandera y el escudo nacional fue necesario cambiar la de la unidad, la nueva bandera fue donada por la Cámara de Comercio de Cartagena. La ceremonia de entrega tuvo lugar en la explanada del muelle el día 27 de septiembre de 1932. Ese día por la tarde se organizó en la explanada del cuartel un baile popular, amenizado por la Banda de Música de la unidad. En la Ilustración 6 podemos ver esa bandera en los actos conmemorativos de la proclamación de la II República. La formación de los reclutas y las juras de bandera se llevaban a cabo en el cuartel del Hospital. Existía una escuela para los analfabetos que ingresaban en el servicio a cuyo frente se ponía un oficial de la unidad designado por Diario Oficial. Como era tradicional en el Cuerpo se le daba mucha importancia a la instrucción en el tiro. En julio de 1935 la patrulla de Infantería de Marina logró un gran éxito en los V Campeonatos de Atletismo de la Marina celebrados en San Javier en los que: “…dejaron maravillado al público por la marcialidad, precisión y uniformidad en sus movimientos”. En octubre de 1935 la Infantería de Marina ocupó los locales que dejaron las unidades del Ejército de Tierra en el patio exterior de levante entre el Hospital y la rampa de la ronda de murallas, en donde había edificios de cocinas, escuelas, picadero, herrador y otros servicios. En la Ilustración 7 (correspondiente a la distribución del cuartel del hospital justo antes de su ocupación por la Infantería de Marina) podemos apreciar todos estos locales. Ilustración 7. Distribución del cuartel del hospital. 1926 38 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA En 1936, al estallar la guerra civil, la Infantería de Marina de Cartagena se organizó como Regimiento Naval n.º 1, que continuó utilizando como cuartel el Hospital, ocupando también la Muralla del Mar. El Regimiento se constituyó como base para la organización y entrenamiento de los reclutas del Cuerpo y de la marinería en unidades de combate. A tal fin hubo que habilitar nuevos cuarteles en localidades cercanas a Cartagena. Se organizaron cuarteles en el puerto de Mazarrón, en la “Casa Grande“ de La Aljorra y otros lugares del campo de Cartagena. Durante la guerra, ante la frecuencia e intensidad de los bombardeos aéreos sufridos por Cartagena, se sintió la necesidad de proteger al personal del Hospital, tanto a los enfermos y personal sanitario, como al del Regimiento Naval. Para ello se excavaron en la parte posterior del Hospital, dos grandes refugios, uno para cada uno de los grupos citados, que Soler Cantó describe de la siguiente manera: “…con múltiples galerías cruzadas, con una cubierta de 10 metros de espesor y con entradas por el foso que rodea al edificio principal por su fachada norte. Estos refugios tenían doble acceso cada uno (por si se obstruyese) y estaban equipados con conducción eléctrica, compuertas herméticas tipo submarino para prevenir un posible ataque de gases, contando con equipos de renovación del carbónico por medio de cartuchos de potasa, con inyectores de oxígeno, con bancadas y con recámaras para aseos, curaciones y graves”. El día 5 de marzo de 1939, en el marco de la sublevación que había comenzado en Cartagena el día 3 de marzo, tuvo lugar un grave suceso en el cuartel del Hospital. Tropas armadas de aviación, al mando de un sargento, intentan entrar en el cuartel por la puerta trasera, con la intención de reprimir un posible motín, ya que se había corrido la voz de que el personal del Regimiento Naval se había sumado a la sublevación. Cuando el capitán de guardia, Rafael Martínez Colunga, intenta evitar su entrada le dan un culatazo en la cabeza, a resultas del cual fallece.
BOLETIN INFANTERIA MARINA 28
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