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319 el atentado contra sus derechos y libertades. A nivel jurídico existen contradicciones. Mientras la Constitución hace referencia a la igualdad entre sexos y a la participación efectiva de las mujeres en la construcción nacional, el Código Civil de la Persona y de la Familia indica que el hombre es el jefe de la familia y la mujer le debe obediencia, rigiéndose así por las normas sociales tradicionales. De este modo, en la vida política, las mujeres malienses están subrepresentadas, más ausentes cuanto más alto es el cargo de decisión. Actualmente, en la Asamblea Nacional de Malí solo hay 14 mujeres entre 147 diputados, es decir un 9,5%. Una baja representación que también está influenciada por la idea popular de que «la política es cosa de hombres». Así, a nivel económico, las mujeres suelen trabajar en el sector informal y en puestos de trabajo de cualificación baja. «Las mujeres activas están concentradas en un 95% en la agricultura, la ganadería y la pesca, el comercio, las actividades de transformación y las actividades domésticas y de hostelería»4 y, por su condición de mujeres, «tienen un débil acceso a la tierra y a los préstamos bancarios por el hecho de que ellas no llegan a menudo a reunir las garantías exigidas en razón del pequeño tamaño de sus empresas o sus explotaciones»5. Toda esta desigualdad se vive de manera cotidiana en un país donde las féminas encarnan el 51% de la población. Rol y percepción de las mujeres en la gestión de los conflictos Malí conoce desde su independencia en 1960 conflictos que van más allá de las rebeliones independentistas del norte. También ha vivido crisis políticas6, conflictos relacionados con la explotación de los recursos naturales y comunitarios, que se mantienen hasta hoy. Estas situaciones se han gestionado en Malí a través de la violencia, pero también con mecanismos tradicionales de mediación que van desde la solución amistosa entre las partes, el diálogo, la intervención de los jefes tradicionales y religiosos, entre otras. Mecanismos tradicionales que, en la mayoría de los casos, priorizan a los hombres. «Las mujeres están casi excluidas y son implicadas en los raros casos donde ellas están directamente concernidas. En el mejor de los casos, las mujeres de casta y las consideradas como mayores, son consultadas públicamente»7. 4 Ídem, p. 22. 5 Ibídem. 6 Malí ha vivido desde su independencia tres golpes de Estado: en 1968,1991 y 2012. 7 «Étude sur la participation des femmes dans la gestion des conflits et la consolidation de la paix au bie3 ůƉĂƉĞůĚĞůĂƐŵƵũĞƌĞƐĞŶůĂƌĞƐŽůƵĐŝſŶĚĞůĐŽŶĨůŝĐƚŽĚĞDĂůş DĂƌşĂZŽĚƌşŐƵĞnj'ŽŶnjĄůĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϯϳͬϮϬϭϳ ϱ


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