Page 376

BOLETIN IEEE 6

376 Pese al fracaso relativo de Kissinger en lograr un compromiso chino de colaboración en Vietnam, el 15 de julio la Casa Blanca anunció que el presidente viajaría a la China comunista para promover la normalización de las relaciones. En el comunicado oficial para informar en público del resultado de los coloquios, Chou sugirió declarar que, sobre los asuntos más sensibles, inclusive Taiwán, EE.UU., y RPC estaban «de acuerdo sobre el hecho de no estar de acuerdo», así que habrían mantenido sus propias opiniones, sin entrar en contraste. Como solución diplomática para Taiwán, Kissinger recuperó una fórmula de los años 50, utilizada por Nixon en su discurso del 26 de octubre, cuando afirmó que EE. UU. entendía que los dos Gobiernos chinos «de ambas orillas del estrecho» se reconocían a sí mismos como el «único Gobierno chino legítimo». Washington se limitaba a reconocer las reivindicaciones de ambas partes. Sin embargo, la defensa de la posición de Taiwán como legítimo representante de China en la Asamblea General (AG) de NN.UU. fue inútil, y Kissinger sacrificó las necesidades de Taiwán para que EE.UU. se aventajara del proceso de apertura a Pekín: el 25 de octubre de 1971, la AG reconoció formalmente la República Popular como «la China» titular de un asiento, y el 23 de noviembre fue elegida como miembro permanente del CS, lo cual constituiría garantía de su legítima soberanía en el escenario internacional9. El viaje de Nixon: el principio de una sola China A pesar de todo, Washington aún no estaba dispuesta a abandonar la isla10. Durante su viaje a China, en febrero de 1972, al final de la primera sesión de coloquios, Nixon rechazó la «fórmula de las dos Chinas» y estableció los cincos principios básicos reconoció el régimen de Pekín; la isla constituye un Estado independiente de facto, aunque nunca se produjo una reforma constitucional que sancionara esa realidad ni fue proclamada la independencia para garantizar la legítima soberanía de un nuevo sujeto estatal distinto. Eso significa que los Gobiernos de Taipei, teóricamente, nunca abandonaron la idea de volver a la China continental y derrotar su régimen comunista. 9 La expulsión simbolizaba la substitución de un poder ilegitimado (sic) por parte de uno legitimado (sic) dentro del mismo sujeto de derecho internacional, el Estado chino, visto que la soberanía y las fronteras del territorio no habían sido sometidas a modificas; sic stantibus rebus, era el Gobierno de la RPC que tenía el derecho de ejercitar su soberanía en Taiwán, considerada como una provincia cuyos gobernantes serían entonces autoridades locales rebeldes al Gobierno central. 10 KISSINGER, Henry A. White House Years. Pp. 781-784; 1024-1031; 1038-1040; BUNDY, William. A tangled web: the making of foreign policy in the Nixon presidency. Pp. 233-244; HANHIMÄKI, Jussi. The flawed architect: Henry Kissinger and American foreign policy. Pp. 142-153; 166-175; KIMBALL, Jeffrey. Nixon's Vietnam War. Pp. 272; 279-282. bie3 >ĂůůĂŵĂĚĂĚĞdƌƵŵƉĞŶƉĞƌƐƉĞĐƚŝǀĂŚŝƐƚſƌŝĐĂ͘ůͨůŝŶŬĂŐĞͩĞŶƚƌĞůĂĐƵĞƐƚŝſŶ ƚĂŝǁĂŶĞƐĂLJůĂƌĞƚŝƌĂĚĂĚĞsŝĞƚŶĂŵĚĞƚƌĄƐĚĞůͨƉƌŝŶĐŝƉŝŽĚĞƵŶĂƐŽůĂŚŝŶĂͩ &͘^ĂǀĞƌŝŽŶŐŝſ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϰϬͬϮϬϭϳ ϵ


BOLETIN IEEE 6
To see the actual publication please follow the link above