Page 502

BOLETIN IEEE 6

502 del sistema educativo que comenzó a extenderse a finales del siglo XX. Por entonces, proliferó un nuevo tipo de escuela que pretendía vincularse a la enseñanza tradicional, pero que era impulsada y liderada por falsos maestros coránicos, que se valían de la religión musulmana para emprender su deleznable negocio. En sus orígenes, la escuela tradicional era habitualmente rural y gratuita. Para garantizar su subsistencia, los marabouts se financiaban a través de donativos de la población y del trabajo de sus talibés en el campo: unos ingresos económicos que servían tanto para sufragar su formación como para el mantenimiento de la escuela. Además, los alumnos interrumpían sus estudios dos o tres veces al día para pedir comida, algo que no producía ningún rechazo social y que se interpretaba como una actividad necesaria para inculcar el precepto coránico de la humildad y para fomentar los vínculos de solidaridad comunitarios. Por otro lado, los desplazamientos de jóvenes hasta los grandes centros de enseñanza también eran habituales; pues, desde los inicios del islam, las migraciones en busca del conocimiento eran un distintivo más de prestigio y buena formación musulmana. Sin embargo, y con el trascurrir de los años, el éxodo rural, los conflictos armados, las sequías y las crisis económicas o la acelerada urbanización tras el proceso emancipador en África provocaron que este sistema tradicional, ampliamente respaldado y reconocido por la sociedad local, comenzara a pervertirse. Las dificultades de subsistencia en las zonas rurales obligaron a muchos maestros a emigrar a las ciudades donde, tras desaparecer los vínculos de solidaridad comunitarios, obligaban a sus alumnos a mendigar. Gracias a los beneficios económicos que producía esta actividad, estas escuelas se asentaron de forma definitiva en muchas capitales. De esta forma, empezaron a proliferar una cantidad ingente de «falsas escuelas coránicas» convertidas en centros de explotación, donde miles de niños —entre 5 y 7 años de edad— eran entregados por sus padres, como antaño, a un conocido maestro coránico al que confiaban no solo la formación religiosa, sino también su vida: «como es costumbre en Senegal —señala el islamólogo Thierno Kâ—, cuando un individuo crea una escuela arabo-islámica tradicional o si vuelve a su lugar de origen tras sus bie3 >ĂƐͨĨĂůƐĂƐĞƐĐƵĞůĂƐĐŽƌĄŶŝĐĂƐͩLJůĂƚƌĂŐĞĚŝĂĚĞůĂĞdžƉůŽƚĂĐŝſŶŝŶĨĂŶƚŝůĞŶĨƌŝĐĂ ĞŶƚƌĂůLJKĐĐŝĚĞŶƚĂů WĂƚƌŝĐŝĂZŽĚƌşŐƵĞnj'ŽŶnjĄůĞnj:ĞƐƷƐşĞnjůĐĂůĚĞ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϰϴͬϮϬϭϳ ϵ


BOLETIN IEEE 6
To see the actual publication please follow the link above