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56 parte del presidente de que sus decisiones iniciales generaban importantes desajustes en la independencia y funcionamiento de un órgano tan relevante. No obstante, el destacado papel del yerno del presidente, Jared Kusher, especialmente en el ámbito del secretario de Estado, es un asunto que merece la pena seguir de cerca. La mayoría de las nuevas Administraciones norteamericanas se tienen que enfrentar en los primeros meses del mandato presidencial a la complejidad de los desafíos que plantea la política exterior y de seguridad y defensa de la nación más poderosa del mundo. El problema puede todavía ser más complicado cuando aparecen acontecimientos de impacto estratégico imprevistos o cisnes negros que pueden terminar siendo elefantes o diplodocus negros. En medio de la confusión inicial es cuando dentro del equipo del presidente surgen los líderes que asumen la responsabilidad de conformar una respuesta lo más consistente posible al desafió de diseñar el panorama estratégico mundial. En estos momentos poco a poco van emergiendo esos líderes, aunque falta por terminar de definir la doctrina que terminará aplicándose. Los más reticentes y críticos están convencidos que, incluso cuando los primeros meses han pasado y las posiciones se han consolidado, los proyectos son menos coherentes de lo que los políticos y analistas quieren reconocer. Los gobiernos con frecuencia no tienen ni tiempo ni ganas de fijar todas las piezas del mecano. Al final, si sale con barba san Antón y sino la Purísima Concepción, eso sí, con mucha parafernalia de velas, mantos, palios, bordados y demás adornos. Una política exterior de un segundo mandato puede terminar definiéndose con una sencilla frase que todo lo resume, en el caso del presidente Obama, él mismo la acuñó, Don’t do stupid shit18. Helmuth von Moltke después de mucho estudiar la guerra llegó a la conclusión de que la niebla de la guerra, la fricción, el azar, el peligro, el valor y muchos otros de los conceptos del maestro Clausewitz son parte de la naturaleza del juego. Esta gramática parda que es la guerra estudiada por Moltke, que nunca mandó una unidad de combate, le llevó a concluir que no hay plan que resista el contacto pero también dijo 18http://foreignpolicy.com/2014/06/04/obamas-dont-do-stupid-shit-foreign-policy/. According to multiple reliable sources, on Air Force One during President Barack Obama’s recent Asia trip, he spent some time talking with his traveling press corps about his approach to foreign policy. He was defensive and, by one account, «fuming». He felt that the criticism of his approach was unfair. He had clear ideas about how to manage America’s global interests. In his own words, they centered on a single concept: «Don’t do stupid shit». bie3 >ŽƐĐŽŵƉƌŽŵŝƐŽƐŶŽƌƚĞĂŵĞƌŝĐĂŶŽƐĐŽŶ:ĂƉſŶLJŽƌĞĂƉĞƌŵĂŶĞĐĞŶ͕ůŽƐĚĞďĂƚĞƐ ĐĂŵďŝĂŶ ŶĚƌĠƐ'ŽŶnjĄůĞnjDĂƌƚşŶ ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞŶĄůŝƐŝƐ ϮϭͬϮϬϭϳ ϭϯ


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