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749 ocasiones que Sudáfrica ha cambiado de ser un país de razas (negros y blancos) a ser un país de clases (pobres y ricos), y esto conduce al motivo principal de las tensiones y los conflictos actuales en el país: la desigualdad. Esa es, para todos, la línea de falla en Sudáfrica. Y dos factores fundamentales, el empleo y la educación, contribuyen en gran medida a crear esta desigualdad, de forma que un enorme sector de la población formado por negros de clase trabajadora se alza en contra de una élite profesional compuesta todavía por una mayoría blanca. Así, la desigualdad entre las tasas de desempleo11 de los diferentes grupos de población es enorme, observándose un 25,5% de tasa de desempleo general, dentro de la cual existe un claro contraste entre el 28,8% de tasa de paro entre los Black Africans o un 22,8% de Coloureds y los 12,5% o 5,9% de tasa de desempleo entre los Indians y Whites respectivamente. Y todo ello pone en tela de juicio la calidad de la democracia sudafricana. En lo que respecta a la educación, siempre es más pobre la experiencia democrática de país donde no existe una población lo suficientemente educada como para poder disfrutar de un régimen con ese nombre. Señalaba Jefferson que la piedra angular de la democracia descansa sobre la base de un electorado educado. Pues bien, de ser así, merece una baja calificación un país que se encuentra situado en el puesto 126 de 144 en educación primaria según el Informe de Competitividad Global del World Economic Forum. O en el que, de acuerdo con su Departamento de Educación Básica, solo un 16% de los alumnos de sexto curso alcanzan o superan el mínimo en exámenes de lengua, y tan solo un 14% en matemáticas. Y lo que es aún más grave, no existe un ánimo firme por parte del Gobierno por revertir la situación. Así pude comprobarlo durante mi última visita a Sudáfrica, cuando conversando con el director de una de las fundaciones más importantes del país, este manifestó que, a su juicio, el sistema educativo era a día de hoy incluso peor que durante el apartheid; periodo en el que la Ley de Educación Bantú de 1953 se aseguró de que los negros recibieran una educación que limitase su potencial educativo y se mantuviesen como clase trabajadora. Hoy, en la era «posapartheid», la educación sigue segregada de facto en términos de financiación. Y no es casualidad que la mayoría de los votantes del partido en el Gobierno provengan de una etapa educativa en la que estuvieron en lo más bajo de la pirámide. 11 Statistics South Africa. Statistical release. P0211. Quarterly Labour Force Survey. Quarter 3: 2015, pp. 26-27. bie3 ^ƵĚĄĨƌŝĐĂ͕͎ƵŶƉĂşƐĂůĂĚĞƌŝǀĂĞŶĞůŶƵĞǀŽŽƌĚĞŶŵƵŶĚŝĂů͍ :ƵĂŶŶŐĞů^ŽƚŽ'ſŵĞnj ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϲϭͬϮϬϭϳ ϵ


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