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934 Además, la retórica iraní sobre el eje de resistencia contra Israel y EE.UU., tiene eco en los países árabes y musulmanes y deslegitima a los saudíes, fieles aliados de EE.UU., que cada vez esconden menos su cooperación con Israel, que en el pasado habían preferido ocultar31. La Asamblea Mundial para el Despertar Islámico, que Teherán estableció tras el estallido de la Primavera Árabe, organiza regularmente conferencias internacionales para abogar por una umma (comunidad) islámica unida, apoyar la causa palestina, y oponerse tanto al sionismo como al takfirismo. En la primera, que tuvo lugar en septiembre de 2011, habrían participado más de 700 delegados de 84 países diferentes32. El régimen saudí continúa gobernando por decreto y parece sumamente reacio a plantearse la posibilidad de responder al desafío ideológico que presenta el islamismo con reformas políticas que involucren a los ciudadanos en las decisiones que les afectan. El tema brilla por su ausencia en su ambiciosa «visión 2030», que se centra en reducir la dependencia del petróleo y desarrollar una economía productiva. El programa sí incluye un cierto relajamiento de las estrictas normas sociales del reino, y se ha establecido una Autoridad General para el Ocio para ofrecer entretenimiento a los ciudadanos saudíes… dentro de los límites que los clérigos wahabíes consideran aceptables. La Autoridad organiza exposiciones y conciertos (solo para hombres), promueve parques de atracciones, e incluso se habla de reabrir los cines. Pero aunque la visión 2030 tenga éxito —y muchos lo dudan33—, queda por ver si «pan y circo» será suficiente para satisfacer las aspiraciones de una población saudí joven y cada vez mejor educada y más en contacto con el resto del mundo. Otra fuente de preocupación en Riad es la capacidad de Teherán para proyectar su poder en la región a través de sus aliados chiíes: imaníes en Líbano e Irak, alawíes en Siria y zaidíes en Yemen. Irán lo justifica en términos del Despertar Islámico y el eje de la resistencia, negando que se deba a lealtades sectarias. Enfatiza, asimismo, su Uprisings», Middle East Brief 71, abril de 2013, p. 3. 31 Véase, por ejemplo, Linda Gradstein, «Israel develops new ties with Saudi Arabia and other Gulf states», PRI, 19 de abril de 2017, en https://www.pri.org/stories/2017-04-19/israel-develops-new-tiessaudi arabia-and-other-gulf-states . 32 BANGASH, Zafar. «Tehran conference puts people’s uprisings in proper Islamic context». Crescent International, 1 October 2011, en https://crescent.icit-digital.org/articles/tehran-conference-puts-people-suprisings 33 BUTLER, Nick. «Saudi Arabia – the dangers of a fanciful vision». Financial Times, 2 de mayo de 2016, en http://blogs.ft.com/nick-butler/2016/05/02/saudi-arabia-the-dangers-of-a-fanciful-vision/. bie3 ͎YƵĠƐĞĞƐĐŽŶĚĞƚƌĂƐůĂŐƵĞƌƌĂĨƌşĂĞŶƚƌĞƌĂďŝĂ^ĂƵĚşĞ/ƌĄŶ͍ ŶĂĞůĠŶ^ŽĂŐĞ in-proper-islamic-context. ŽĐƵŵĞŶƚŽĚĞKƉŝŶŝſŶ ϳϭͬϮϬϭϳ ϭϱ


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