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ARMAS Y CUERPOS 136

Para la caracterización térmica, se instaló una estación meteorológica en la base “Miguel de Cervantes” y un medidor de radiación solar. En el interior de los contenedores se instalaron medidores de temperatura y humedad, de CO2, de consumo de potencia para la bomba de calor y detectores de apertura y cierre de ventanas. Para la caracterización de los cerramientos, se utilizó un medidor de transmitancias, que permite conocer el valor real de aislamiento térmico de los mismos. Todo el instrumental ha seguido midiendo durante los meses de agosto, septiembre y octubre, ampliando el estudio, gracias a la implicación del personal de la base, que aprendió a utilizar los medidores y a usar el software de tratamiento de datos, y que se ha hecho cargo de su funcionamiento durante todos estos meses. En la actualidad, se está procesando toda la información obtenida, con el fi n de tener un estudio que permita proponer las mejoras pertinentes para aumentar el confort térmico y acústico y disminuir el consumo de energía. Para llevar a cabo todo este trabajo fue indispensable la colaboración del personal de la base, especialmente de la Cuarta Sección de la Brigada, de la Unidad Logística, del Centro de Comunicaciones, del Grupo Táctico, de la Sección Económico-Administrativa y por supuesto, del personal de la Unidad de Apoyo a la Base. Tengo que agradecerles a todos ellos el tiempo que 14 Armas y Cuerpos Nº 136 me dedicaron de forma totalmente altruista y la implicación e interés que mostraron en el trabajo. Gracias por hacerme un sitio en vuestra rutina y en vuestras vidas, y permitirme conocer vuestro día a día en la misión. Pero no solo hubo tiempo para dedicar al proyecto, sino también para conocer el importante trabajo que realizan las tropas en el Líbano, y por supuesto para entablar amistades que espero perduren en el tiempo. Recuerdo todavía con nostalgia y cariño las conversaciones y risas antes de la cena. Gracias a ese grupo de amigos que me acogió como si fuera uno más, y me hizo sentir como en casa desde el primer día. Recuerdo las hamburguesas que cuentan las semanas de estancia, y los animados bingos que organizaba Paco, y que permitían romper la monotonía del trabajo que durante los 7 días de la semana tienen que llevar a cabo los componentes de la brigada, los 6 meses que sin descanso permanecen en la base. Y por supuesto, gracias por acompañarme en la cena de despedida. Mi estancia no solo me ha servido para conoceros a vosotros, sino también para conocer de primera mano el trabajo que mis alumnos tendrán que llevar a cabo en su futuro profesional. Comprender mejor los cometidos que tendrán que desarrollar me ayuda a mejorar mi trabajo como profesora en el Centro Universitario de la Defensa.


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