Localización de los restos del barranco del Lobo. Cromo de la época La paz de Marruecos La pacifi cación del norte de Marruecos es una parte muy importante de nuestra historia militar. Las operaciones duraron 18 años -1909 a 1927- y participó una buena parte de nuestro Ejército que vio nacer a los Regulares, la Legión, la aviación, los carros de combate, la artillería ATP, etc. Esa intervención se hizo necesaria porque entonces Marruecos era un estado ‘fallido’ y con un ejército débil; había cabilas permanentemente sublevadas contra el Sultán, dirigentes locales que se derrocaban sucesivamente, mucha población civil armada, enfrentamientos y venganzas seculares entre cabilas, agresiones a españoles, etc. En ese contexto, el Gobierno español decidió la presencia militar con un doble propósito; primeramente el nacional de defender y proteger los intereses españoles en la zona y, además, el internacional de contribuir a modernizar un país atrasado, dotarle de la capacidad de responsabilizarse de la seguridad, etc. Todo ello bastante parecido a lo que vemos ahora en otros países a donde el Gobierno envía a las Fuerzas Armadas. Con el tiempo, los nombres de López Pinto, Cavalcanti, Royo, Guiloche, Noval, Ibáñez Marín, Silvestre, Navarro, Benítez, Flomesta, Primo de 70 Armas y Cuerpos Nº 136 Rivera, del Castillo, Arenas y otros muchos, acabaron siendo familiares junto con los hechos heroicos que protagonizaron en lugares perfectamente identifi cados en el plano que tenía en mi casa. Los restos anónimos Lo primero que visité en el cementerio de Melilla fue el mausoleo del general García Margallo y otros caídos en la campaña de 1893. También contiene los restos del general Pintos y de los famosos capitanes artilleros Royo y Guiloche, entre otros caídos en 1909. Uno que especialmente me conmovió tenía como inscripción “Restos anónimos. Barranco del Lobo”. ¿Cómo que anónimos? Pues sí. En 1909, cerca de Melilla resultó que el 27 de julio en el barranco del Lobo nada menos que tres batallones españoles fueron emboscados en muy mala posición y fueron diezmados. En los combates de ese día resultaron muertos el general Pintos y 21 ofi ciales, y heridos 40 ofi ciales más; de tropa hubo 154 muertos y 604 heridos. Al haber tenido que retirarse las columnas, muchos quedaron abandonados donde cayeron muertos o heridos y sólo cuando se recuperó la iniciativa, tras casi dos meses se consiguió ocupar ese terreno y pudieron recuperarse los más de 100 cuerpos que habían quedado en el barranco. Éstos son los anónimos.
ARMAS Y CUERPOS 136
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