Llevándose a cabo una encuesta a dicho personal, su resultado se convirtió en una parte fundamental de este análisis. Dicho cuestionario, cuyos destinatarios debían cumplir los requisitos mínimos de conocimiento tanto de logística como de fabricación aditiva, ha facilitado conocer cómo se podría implementar óptimamente dicha tecnología en nuestro Ejército. Encontramos que sería interesante la adquisición de medios de impresión que trabajaran con plástico pero, sobre todo, con metales, cubriendo así la mayor parte del espectro de nuestros repuestos. Además, este material tendría que ser empleado tanto en Territorio Nacional como en Operaciones, consiguiendo así establecer un proceso estable mediante la generación de conocimiento y mantenimiento del mismo a través del personal que lo opere. Por último, una de las ideas fuerza extraídas, es la creación de una unidad logística (en tercer o cuarto escalón) en territorio nacional que apoyase al escalón desplegado. Principalmente esta unidad desempeñaría funciones en lo concerniente al diseño de los archivos informáticos necesarios para la fabricación de las distintas piezas, o en una situación ideal, atendería a la gestión de un repositorio certifi cado de archivos aportados por el fabricante original del sistema. Con toda la información relevante extraída de los resultados de la encuesta, las experiencias obtenidas con el demostrador, y también teniendo en cuenta los resultados de un experimento que realizó el Centro Universitario de la Defensa en colaboración con la Bae GdC durante la XXX Campaña Antártica, se ha propuesto un procedimiento de abastecimiento en Zona de Operaciones como el que se observa en la fi gura en forma de fl ujo de proceso. En relación a si este sistema podría llegar a superar al sistema convencional, mi respuesta es “depende”. Depende por supuesto del parámetro de medida. El sistema ya instaurado, por su propio estado de madurez, se puede afi rmar que ahora mismo es más fi able que el propuesto en este artículo, sin embargo, por otra parte, existen ya estudios que muestran que un sistema que imprima repuestos en 3D ofrecerá más capacidades que el tradicional. En este sentido se ha realizado dentro del Trabajo fi n de grado un análisis de contraste temporal (basado en datos reales) de ambos sistemas, obteniéndose lo siguiente: un sistema alternativo perfectamente implementado podría abastecer de un repuesto a una Unidad en un tiempo de entrega de 3 días. Esto conllevaría una reducción de más de un 80% del “lead time” de media con respecto al sistema convencional. Líneas futuras A colación de la idea anteriormente expuesta sobre la obtención de fi abilidad en cada repuesto; uno de los conceptos más actuales a nivel OTAN respecto a estas tecnologías es la estandarización. Ya se han realizado varios congresos, e incluso se ha creado un equipo de trabajo en dicha Organización cuya misión es la investigación y desarrollo de este sistema. Ante ella, uno de los principales retos que se presentan es la certifi cación de los diseños y el proceso de fabricación de los repuestos. Esto signifi caría disponer de una base de datos con los diseños informáticos de los repuestos utilizados comúnmente por los países integrantes; que además, dichos archivos y su producto se habría certifi cado y que podrían fabricarse por cualquiera de los ejércitos integrantes de una misión; dándose así, también al suministro de repuestos, carácter conjunto. En defi nitiva, el oportuno desarrollo de esta técnica conllevaría importantes ventajas y progresos respecto al abastecimiento del Ejército de Tierra. Sin olvidar eso sí, que se trata de un sistema complementario al convencional, que no dejaría de ser la base de la logística del Ejército de Tierra en la mayoría de las clases de abastecimiento. El oportuno desarrollo de esta técnica conllevaría importantes ventajas y progresos respecto al abastecimiento del Ejército de Tierra Abril-2018 Armas y Cuerpos Nº 137 31
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