Page 53

ARMAS Y CUERPOS 137

Prueba de Unidad Como general, he tenido siempre presente que mandar es servir, que el ejemplo es la más preciada virtud de un jefe, que se manda en vanguardia, que el espíritu de equipo todo lo puede, que ningún obstáculo será tan grande que no pueda superarlo. Todas y cada una de mis acciones han tenido un único objetivo, contribuir a vuestra formación en valores y a potenciar vuestra capacidad de liderazgo y mando orientado al combate. Unos valores sobre los que debe erigirse vuestra formación como personas, ciudadanos y militares, que han de guiar vuestra actuación, y que debéis inculcar a vuestros subordinados y compartir con ellos. Sustanciados en las RROO, la regla moral de nuestra Institución, éstos tienen por objeto preferente exigir y fomentar el exacto cumplimiento del deber inspirado en el amor a la Patria y en el honor, disciplina y valor. Al mando de vuestras secciones desplegareis allá donde España lo requiera y será en ese momento cuando habréis de hacer máximo empleo de las enseñanzas recibidas en la General, muy especialmente aquellas que os permitan ejercer un liderazgo orientado al combate. Para ello debéis identifi caros con vuestros subordinados, compartir con ellos las privaciones y penalidades del combate, y fomentar en todo momento un espíritu de equipo tal que asegure la plena cohesión de vuestra sección. De esta manera, y teniendo presente la abnegación y espíritu de sacrifi co que ha de caracterizar vuestra acción de mando, vuestra unidad tendrá una fuerza moral tal que le permitirá perseverar para fi nalmente alcanzar el éxito en las más adversas circunstancias del combate. Así mismo, como jefes habéis de estar preparados para combatir independientemente y bajo presión, para tomar decisiones con insufi ciente información, para mandando con el ejemplo actuar con fl exibilidad, capacidad de adaptación, iniciativa, libertad de acción, y versatilidad. Dijo el insigne poeta “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar” y con ese espíritu hemos caminado estos dos años, escribiendo nuevas páginas de la Historia de la General. Sin duda hemos dejado huellas, las de nuestro trabajo diario, y si bien “al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”, tengo el convencimiento de que el trabajo bien hecho, el compromiso, la entrega y tantas otras virtudes que defi nen el día a día de la General dan sus frutos y por tanto con la íntima satisfacción de haber intentado cumplir con mi deber solo me queda concluir con las mismas ideas con las que me presenté en este mismo Patio de Armas el día de mi toma de mando. Abril-2018 Armas y Cuerpos Nº 137 53


ARMAS Y CUERPOS 137
To see the actual publication please follow the link above