Despliegue en la Huelga general del 3 de octubre (Manresa, Barcelona) sobre cómo proceder ante una denuncia de una menor que presuntamente había sido violada, como sonaba en mi cabeza ese artículo “tener amor a la responsabilidad y decisión para resolver” que tantas veces recitaba de noche en formación con ganas de romper fi las e irme ya a la camareta, y escuchaba a algún compañero decir ¿para qué sirve que nos tengan aquí formados todos los días?. Ese paso por una unidad de seguridad ciudadana tan potente como Roquetas de Mar, me dejó un aprendizaje inconmensurable, muchas actuaciones, muchas horas de servicio, muchos detenidos, varias operaciones, muchas noches de no dormir compensadas con creces con miles de agradecimientos por parte de la ciudadanía por ser, como reza la cartilla del guardia civil, “un pronóstico feliz para el afl igido”. La Guardia Civil, el ciudadano, mi capitán, mis guardias, esperaban y exigían de mi lo que se me exigía en la Academia todos los días: “ser ejemplo, ser fi el cumplidor de mis deberes y exacto en el servicio, ser voluntario para todo sacrifi cio solicitando y deseando el ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga, ser valeroso y abnegado”. Una vez más, sin darme cuenta, lo aprendido era aplicado. Un año después de incorporarme a Roquetas, tras realizar el curso de especialista en control de masas, conseguí pasar destinado a la unidad a la cual quería pertenecer desde que ingresé como cadete, el Grupo de Reserva y Seguridad Nº 5 de Casetas (Zaragoza), una unidad que por su idiosincrasia me brindaría la posibilidad de poder participar en un sinfín de misiones de diversa índole, permitiéndome poder ejercer el mando en un amplio abanico de situaciones. La Agrupación de Reserva y Seguridad es la principal unidad de reserva de la Dirección General de la Guardia Civil y está especialmente concebida, preparada y organizada para su empleo temporal en benefi cio de la acción de otras unidades, siendo su misión principal la prevención, mantenimiento y, en su caso, restablecimiento de la seguridad pública (CRC). No obstante dada su condición de unidad de reserva, es la unidad de la Guardia Civil que tiene que estar preparada para cualquier misión que se le encomiende, con lo que debe estar instruida en intervenciones en lugares habitados (entradas), detención de delincuentes peligrosos, protección de altas personalidades, intervenciones de naturaleza NRBQ, misiones de apoyo a seguridad ciudadana, dispositivos operativos en vías públicas, intervenciones ante atentados terroristas, abordaje de embarcaciones, entre otras. Lo que implica que mientras no se esté desplegado se está entrenando para alcanzar ese compendio de capacidades medias que se requiere de un guardia civil del GRS. Tras tomar el mando de la 1ª Sección del GRS Nº 5 tuve que superar los 5 planes de adiestramiento básico (5 semanas de instrucción intensa) que cada componente de la ARS debe realizar obligatoriamente al menos una vez al año. Esto me permitió conocer al personal de la unidad, lograr cohesión entre los compañeros, sufrir con ellos el desgaste físico y mental de la instrucción y analizar las capacidades tácticas, técnicas y operativas de la Unidad. Tras acabar la última semana de instrucción, fui inmediatamente desplegado a la Ciudad Autónoma de Melilla a un dispositivo ideado para hacer frente a los intentos de saltos masivos de subsaharianos a la valla fronteriza que separa dicha ciudad del Reino de Marruecos. Fui de los primeros ofi ciales que desplegaron, en total estábamos cuatro tenientes, un capitán, un comandante y nueve módulos de 68 Armas y Cuerpos Nº 137 ISSN 2445-0359
ARMAS Y CUERPOS 137
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