órdenes que de no ser las más acertadas, podrían implicar responsabilidades civiles o penales tanto para mí como para los que las cumplen. Poco a poco nos hicimos con el control de la situación y logramos la vuelta a la normalidad, la unidad tuvo que emplearse a fondo, pero logramos nuestro cometido. Después tocó recontar material, recoger novedades de personal y preparar todo para volver a entrar de servicio 18 horas más tarde. Ese fue mi primer servicio con el GRS, si antes me gustaba la unidad, ahora estaba enamorado de ella. Tras un duro servicio, pude comprobar la existencia de valores que solo se encuentran en nuestra profesión y en gran medida dentro de la ARS, compañerismo, sacrifi cio, abnegación, disciplina, voluntad de vencer. Es una unidad donde se demuestra que el individuo por si solo es débil y que es en la unión donde radica la fuerza, que todos debemos remar en la misma dirección, una unidad en la que si tu no das tu 100 % comprometes al resto, pero sobre todo, una unidad que demanda que su teniente esté allí con ellos siendo ejemplo. Dentro de la ARS mi teatro de operaciones fue todo el territorio nacional, tan pronto estaba en Santander dando protección antiterrorista en un evento de grandes dimensiones, como a los dos días siguientes estaba en Cádiz haciendo un servicio de orden público en un concierto. Realicé servicios de escolta de caudales a la frontera con Portugal desde Burgos, entradas y registros en grandes operaciones tanto de delincuencia organizada como antiterrorista, tuve que desplegar en grandes concentraciones de masas, reaccionar ante agresiones a compañeros como las de Alsasua e incluso tuve la oportunidad de ser la unidad SWAT de reacción dentro del despliegue de seguridad de Michelle Obama en una de sus visitas a España. Éstas son solo unas pocas de las misiones que se me encomendaron formando parte del GRS 5, y como se puede observar, cada una con cometidos distintos, he allí la belleza de una unidad como esta, nunca un servicio es igual a otro. No obstante, su mayor virtud es su peor debilidad, esa perenne disponibilidad para el servicio, el pasar tanto tiempo lejos de casa, el adaptarse a tanto cambio continuo, el mantener los niveles de instrucción adecuados, requieren que la unidad y por ende su mando, tenga unos valores militares muy presentes, valores como: sacrifi cio, compañerismo (nunca te ves solo aunque estés lejos de tus seres queridos), lealtad, valor, honor, abnegación, vocación y disciplina. Seguro que a los cadetes os suenan de algo ¿no?. Mi último servicio con el grupo fue formar parte dentro de la operación AVISPA en el referéndum declarado inconstitucional del 1 de octubre en Cataluña; terminé el servicio en el campeonato de Moto GP en Alcañiz (Teruel) y al día siguiente Finalizando el servicio en la valla de Melilla 70 Armas y Cuerpos Nº 137 ISSN 2445-0359
ARMAS Y CUERPOS 137
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