Page 86

ARMAS Y CUERPOS 137

Refugio de Horombo, a 3700 m. por encima del mar de nubes. el hecho de ser la montaña más alta de África y su localización en una remota región tanzana hacen que sea un imán para muchos afi cionados al montañismo de todo el mundo que desean ascenderlo y disfrutar de la enorme variedad de paisajes que en ella se desarrollan. Los casi 6000 m de la montaña obligan a tener grandes precauciones con el mal de altura. No se debe intentar ascenderlo sin una preparación previa adecuada. Por ello, algunos grupos realizan adaptación en sus propias laderas y otros ascienden previamente al cercano pico Meru. También es un volcán activo de considerable altitud (4700 m), lo que permite recorrer todos los pisos bioclimáticos presentes desde la llanura hasta la cumbre. La ascensión al Meru suele ser una experiencia dura físicamente, pero muy hermosa porque permite atravesar densas selvas con mucha fauna salvaje. Es fácil encontrarse en la primera jornada de ascenso cebras, jirafas o búfalos y en algunos casos tener el primer contacto con la nieve en el corazón de África al llegar a la cumbre, aunque no siempre, pues la menor altitud de este pico no permite la existencia permanente de ésta. Alcanzar la cumbre del Meru y disfrutar desde ella del perfi l del Kilimanjaro sobre la llanura de África Oriental es sin duda una magnifi ca preparación para la ascensión al gigante de África. El ascenso al Kilimanjaro puede realizarse por varias rutas, de las que la más conocida es la que utiliza la infraestructura de refugios de montaña preparada a tal efecto. En ella la primera jornada discurre por camino perfectamente marcado entre un denso bosque, húmedo y umbrío, y tras unas cinco horas de ascenso se alcanza el primero de los refugios: Mandala. Habitualmente envuelto en niebla o fi na lluvia y rodeado de exuberante vegetación, se sitúa cerca de un cráter secundario abierto en la ladera del Gran Volcán. La segunda jornada permite apreciar el cambio de vegetación: el bosque da paso a una densa formación de matorral de gran tamaño, con brezos y especies exclusivas de la zona, como el senencio, cuyos ejemplares adultos superan los 5 m y adquieren forma de candelabro de varios brazos. Culmina en el refugio de Horombo, a 3700 m de altitud. Está situado por encima del nivel ocupado con mayor frecuencia por el mar de nubes que cubre la llanura y las partes bajas del Kilimanjaro, por lo que en él es fácil disfrutar del sol (normalmente ausente hasta este punto) y de las primeras visiones de la cumbre del Gran volcán, lo que demuestra a los más incrédulos que esta gran montaña existe y realmente está cubierta por nieve en su zona más elevada. En la tercera jornada se supera el nivel cubierto por el denso matorral y se recorre en un verdadero desierto de altura. Hacia los 4200 m la vegetación se hace muy escasa hasta casi desaparecer. Se recorre una amplia llanura situada entre el Kilimanjaro y el Mawenzi, desolada, castigada por un intenso sol ecuatorial o por fríos vientos, hasta alcanzar el tercer refugio: Kibo, a 4800 m de altitud. 86 Armas y Cuerpos Nº 137 ISSN 2445-0359


ARMAS Y CUERPOS 137
To see the actual publication please follow the link above