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materiales, infraestructuras, medios informáticos, organización administrativa, profesorado, mentalidad, que creo que superan a las escuelas militares españolas. Sin embargo, considero que en España somos especialistas en optimizar los recursos y sabemos exprimir al máximo lo «poco» –en comparación con los Estados Unidos– que tenemos y sacarle el mayor partido posible para conseguir una formación adecuada. P.– A su juicio, ¿qué cualidades son indispensables para llegar a ser piloto de Harrier? R.– Realmente son las mismas que para ser piloto de cualquier avión de combate, como son el autocontrol, la capacidad de aprendizaje, unas condiciones físicas adecuadas y sobre todo, el saber tomar decisiones acertadas en décimas de segundo. Lo más complicado de nuestro aprendizaje es saber pensar a 1.000 km/h y no equivocarse. Parte de este aprendizaje te lo da la experiencia, parte viene de serie, parte lo enseñan en las escuelas de aviación… La formación en un piloto de combate nunca finaliza. No recuerdo haber dejado de estudiar, desde que me incorporé a la Aviación Naval hace casi diez años. Ni creo que lo haga. Siempre hay procedimientos nuevos, cambios en el avión, actualizaciones de los sistemas, etcétera. Por ejemplo, recientemente obtuve la aptitud de Piloto de Pruebas, en la que debes conocer la plataforma a la perfección y entrevista a… todos sus sistemas y límites. Y para ello, hay que estudiar, y mucho. P.– Con qué medios actuales de simulación se cuenta para la formación de nuestros pilotos navales? R.– Nuestro simulador tuvo una reciente mejora en cuanto a fotografías e imágenes por satélite. La percepción visual está muy conseguida con respecto a la realidad, gracias también al sistema de pantallas poligonales de 360 grados. Los sistemas en cabina son prácticamente los mismos que el avión real. El margen de mejora es muy reducido, lo que significa que tenemos un buen simulador. En el futuro se podría actualizar la versión de software e instalar la misma que la del avión. P.– Imaginamos que la Seguridad en Vuelo es uno de los pilares sobre los que se sustenta la funcionalidad de las escuadrillas de vuelo de nuestra Arma Aérea. ¿Cómo se llevan a cabo los estándares de calidad en la Novena Escuadrilla? R.– Realmente la Seguridad en Vuelo es el Talón de Aquiles de la aviación militar. En la Novena Escuadrilla tenemos la suerte –toco madera– de que no hemos tenido un accidente en más de 15 años y es gracias a la concienciación y aplicación de los procedimientos de Seguridad en Vuelo. De hecho, tenemos una división formada por un Oficial y dos Suboficiales cuya función única BIP 43


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