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MEMORIAL DE ARTILLERIA 168-2

Historia 103 Qvadernum Historiae de mediano servicio", mientras que las del segundo estaban “de mediano servicio”6. El primer batallón sería enviado a Italia en 1741, marchando, por tanto, con sus viejas enseñas, la coronela y las dos sencillas, que fueron destruidas allí “…donde se quemaron por no servir más”7, ordenándose durante la campaña que fuesen confeccionadas seis nuevas banderas –tres por cada batallón del Regimiento Real de Artillería–, del modelo aprobado en 1728, la coronela de color blanco y azules las sencillas –colorido ya propio de la Artillería–, conservando sus divisas peculiares. Aunque en 1743 se libraron los fondos para renovar vestuario y banderas, estas no fueron adquiridas, probablemente porque los artilleros –salvo en ocasiones muy determinadas– ya no intervenían en la batalla como batallón de infantería, y no les eran tan necesarias. Lo cierto es que terminada la guerra, en 1749, con el regimiento ya reorganizado de nuevo en la (6) Gil Ossorio. Op cit. pag. 264 (7) AGS. Guerra Moderna, legajo 614. Transcrito por Fernando Gil Ossorio. Op. cit. pag. 358. Bandera sencilla del Regimiento Real de Artillería. Construida y entregada en 1757 y 1758. Es una de las devueltas a España por el Mariscal Petain, y se encuentra depositada en el almacén de fondos vexilológicos del Museo del Ejército de Toledo. Aunque se procedió a su restauración, está muy deteriorada. Está catalogada con el número 21.267. Fotografía cortesía del Museo del Ejército dido diversas modifi caciones de las que tenemos noticias en diversos documentos. El 25 de septiembre de 1717, se dispuso la disolución uno de los batallones –aunque esta orden no se ejecutó hasta 1721–, cuyas banderas fueron destruidas. La coronela blanca y las cinco restantes banderas sencillas azules del Regimiento siguieron en uso hasta su renovación en 17275, sin que, según parece, se hubiese cambiado el modelo establecido. El 12 de julio de 1728 se aprobó una nueva Real Orden que establecía que las banderas coronelas llevasen las Armas Reales y las sencillas solamente la cruz de Borgoña, con las correspondientes armas regimentales en sus extremos. Llevaban una corbata de tafetán rojo sin fl ecos, y sus astas, de madera pintada casi siempre de encarnado “coral”, debían medir once pies de alto –unos 306 centímetros– llevando un regatón y una moharra de punta de lanza, de metal dorado. Aunque la R.O. no daba la medida de los paños, estos oscilaban entre los 1,85 y 2,40 metros de lado. A pesar de lo ordenando, leyendo los extractos de una revista de inspección pasada en 1737, es de suponer que el Regimiento Real no cambió las banderas que habían sido adquiridas en 1727, puesto que las del primer batallón se hallaban "de menos que (5) En un documento fechado en junio de 1726 se citan “3 vanderas para la Artillería”. Podría ser que un batallón las hubiera recibido en 1726 y el otro en 1727. A.G.S. Guerra moderna legajo nº 5353. Información facilitada por Giancarlo Boeri. ...sus banderas habrían de llevar "alguna divisa de artillería que las diferencie de las de los regimientos de infantería"


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