Page 39

MEMORIAL DE ARTILLERIA 168-2

38 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 168/2 - Diciembre de 2012 de Instrucción y Empleo Carros simulados alemanes en un ejercicio en 1925. La Reichswehr no necesitó disponer del material más moderno (casi de ningún material, como muestra la foto) para desarrollar la doctrina de la blitzkrieg, que posibilitó las victorias alemanas de los inicios de la SGM por tener unas ideas tácticas válidas, pero una fuerte limitación de personal y recursos. Ante esa situación, tenía ante sí tres opciones: construir un Ejército a imagen del Ejército Imperial de la PGM, pero “a escala reducida” (de 1,85 millones de soldados a 100.000), mantener un gran número de unidades pero con escasa cobertura de personal, con idea de que, en un futuro, ese Ejército pudiera ser el germen de uno mayor, y, finalmente, crear un Ejército dedicado a mantener las competencias consideradas esenciales y capaz de desarrollar, incluso sin medios, nuevas tácticas de combate. La Reichswehr se decantó, con éxito, por la tercera de las opciones: son conocidas las historias de las maniobras alemanas de entreguerras con carros de combate de cartón y planeadores de madera y papel. Hoy tenemos ante nosotros esas mismas opciones: 1. Defender “numantinamente” (donde, por cierto, ganaron los romanos…) las actuales unidades de que disponemos, reduciendo la cobertura de personal. 2. Reducir las unidades existentes, intentando conservar completas las unidades de más probable empleo (las brigadas), lo que implicaría disolver todas o parte de las unidades de niveles superiores. 3. Analizar qué unidades materializan las “competencias esenciales” citadas, y mantener el número mínimo de cada uno de los tipos identificados para conservar el know-how de la competencia identificada. La primera de ellas (la conservación de las unidades existentes), presenta como ventaja la preservación de la estructura actual del Ejército, limita el impacto de las reducciones venideras sobre los Cuadros de Mando y permite un rápido “crecimiento” del Ejército en caso de necesidad. Los inconvenientes ya son conocidos, pues el Ejército ya ha aplicado antes esta fórmula: unidades poco operativas, problemas de moral del personal (que “no se cree” lo que hace), acuartelamientos infrautilizados, cuyas necesidades de servicios consumen los recursos y el tiempo de la escasa tropa que los ocupa, necesidad de generar unidades operativas combinando medios de varias unidades orgánicas, con problemas de adiestramiento, cohesión, credibilidad… La segunda de ellas es tentadora: mantener las brigadas (a costa de disolver o reducir los escalones superiores) disponiendo así en todo momento de unidades operativas cohesionadas y listas para su empleo. Si están adecuadamente dotadas, son unidades sólidas, creíbles y permiten mantener la moral del personal; desde el punto de vista artillero, preservan las unidades de apoyo directo, las más “baratas” (en el sen


MEMORIAL DE ARTILLERIA 168-2
To see the actual publication please follow the link above