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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL JUNIO 2016

Organización REVISTA EJÉRCITO • N. 903 JUNIO • 2016  43  ligada al Arma como institución, y a partir de la década de los cincuenta ya se comenzaba a vislumbrar que desde tiempo de paz habría que ir a una organización interarmas. Evidentemente suscitó análisis y estudios, y en un artículo en esta misma Revista un joven oficial explicaba las ventajas de la brigada interarmas sobre el regimiento. Al mes siguiente el general Vigón respondía contundentemente. Existieron unas brigadas de caballería para agrupar los regimientos independientes peninsulares. En teoría eran interarmas y solamente se constituyó el cuartel general. Realmente no dejaban de ser los subinspectores del arma, como sucedió posteriormente. REORGANIZACIÓN DE 1960 Esta reorganización realizó quizá los cambios más profundos en nuestro ejército en todo el siglo XX, que no es posible tratar en este trabajo, aunque podemos resumir que la reorganización de las planas mayores de las pequeñas unidades, la dependencia de ametralladoras y morteros hasta nivel compañía, e incluso sección, y las comunicaciones por radio portátil en estos niveles quizá fue lo más novedoso. En cuanto a organizaciones superiores, aunque se mantuvo el nombre de «división de infantería», el nuevo concepto divisionario era una integración de medios. Es decir, la nueva división de infantería de 1960 tenía infantería, carros de combate, transportes acorazados y camiones orgánicos en cantidades importantes. Había una gran diferencia con la anterior división de infantería a pie. Eran muy similares a lo que hasta entonces se conocía como «división acorazada». En cuanto al tema que nos ocupa, la brigada, digamos que quedó en suspenso, pues los nuevos agrupamientos divisionarios pasaron a ser cinco regimientos de unos 1.000 hombres cuyos 400 fusileros habían pasado del mosquetón al fusil de asalto. Su equivalente operativo era de cuatro compañías de cuatro secciones, con una compañía de morteros de 120mm y con otra de plana mayor con secciones de caballería, zapadores y artillería. Cada uno de estos agrupamientos podía ser reforzado con una compañía de carros de la división y elementos para mecanizar algunos de los primeros escalones, así como por baterías de ocho piezas en apoyo directo. Era realmente un concepto nuevo de regimiento que en sus dos primeros años se llamó «agrupación». La brigada como gran unidad interarmas quedó solamente en las tropas de cuerpo de ejército, con una brigada de caballería en cada uno de ellos organizada directamente en tres grupos de escuadrones. LA REORGANIZACIÓN DE 1965. LLEGARON LAS BRIGADAS Finalmente, tras 65 años de siglo XX, el ejército español pasó a constituir la Brigada Interarmas como el órgano básico de la división o como unidad independiente. El regimiento continuaba orgánica e institucionalmente, pero en el campo de batalla la brigada maniobraba con los esfuerzos de tres o cuatro batallones según los casos y apoyos de fuego, combate y logísticos propios. Aunque las divisiones habían pasado a ser de tres clases, realmente eran iguales en su estructura, al igual que las brigadas, cuya denominación cambiaba según el tipo de sus batallones. Es decir, el prestigio de la brigada estaba en que fuera acorazada, mecanizada o motorizada, cuando realmente su diferencia se basaba en si sus batallones iban sobre transportes de cadenas (solamente tres) o sobre camiones, pues su diferencia en carros era casi nula. Quedaron los regimientos agrupando sus batallones de dos en dos lo más similares posible, y en los casos de tres batallones los dos regimientos eran dispares, uno tenía dos batallones y el otro solamente uno. En el caso especial de las brigadas de defensa operativa del territorio, quedaban organizadas en regimientos de un solo batallón que se desdoblaría en caso de movilización. Por fin se había conseguido que el elemento básico de tres o cuatro batallones maniobrase bajo el mando de un general de brigada con sus apoyos de fuego y combate sin que existiera el escalón regimiento y apoyos externos. Realmente se había vuelto a la Brigada de Cazadores de 1909 y a la Brigada Mixta de 1936. Su modalidad de empleo sería en el marco divisionario en un campo de batalla previsiblemente europeo, en una época donde todavía se contemplaban unos ejércitos con más de 300.000 hombres en filas permanentemente.


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