Page 66

LA LEGION 535

>> Cervantes Un Soldado llamado Cervantes Cuando aquel infi el disparó su arcabuz desde los quince pasos que les separaban, notó el fuerte golpe contra su mano izquierda. Todavía consciente, percibió como otro proyectil, muy probablemente metralla artillera, arma ésta que Cervantes siempre odió - … aquestos endemoniados instrumentos de la artillería…-, impactaba contra su pecho. Aun después, recibió al menos otra herida menor. Permaneció en cubierta a la espera de que algún religioso le asistiera en los que podían ser sus últimos momentos pues suponía que aquel día todo había acabado para él. Cervantes tenía veintidós años cuando se alistó en 1570. Era uno de los doscientos soldados de la compañía del capitán D. Diego de Urbina, una de las que formaba en el Tercio de D. Miguel de Moncada. En el verano se encontraban en Mesina 20.000 soldados al servicio de España, de estos, sólo 8.000 eran españoles, el resto alemanes, napolitanos y sicilianos, Venecia aportaba otros 8.000 y el Papa, 2.000 más, formando la conocida como la Santa Liga. Cuando el comandante en jefe D. Juan de Austria llegó a Mesina encontró unas lustrosas embarcaciones españolas y napolitanas; por el contrario, el estado de las venecianas era penoso y sus tripulaciones escasas e indisciplinadas. La pericia del Austria le llevó a reforzar aquellas dotaciones con tropas de calidad, esto era, con soldados de los tercios españoles. Cuando aquel 7 de octubre de 1571, se divisó la impresionante armada otomana en el Golfo de Lepanto, muy pocos escucharon las palabras de D. Juan de Austria: Gentiles hombres, ya no da el tiempo lugar ni es menester que yo ponga ánimo a vosotros porque veo que vosotros me lo dais a mí… La habilidad de D. Juan consiguió que los turcos no pudieran salir a mar abierto. En Lepanto, las 2.259 plazas del Tercio de Figueroa estaban embarcadas en la fl ota de D. Álvaro de Bazán AGM que constituía la reserva. La actuación del experimentado almirante (…) consolidó el triunfo del ala izquierda, auxilió al centro y ayudó a enmendar el grave error de Do- Doria en el ala derecha fue decisiva para la victoria1. Los 250 galeotes de La Marquesa sabían que les esperaba una jornada de esmero; la gente de mar ya disponía las maniobras y la gente de guerra, los soldados de infantería aguardaban tensos sabedores del decisivo trance que se iba a disputar. En aquellos momentos, Cervantes, que se encontraba aquejado de unas fuertes fi ebres, se levantó de su camastro y pidió permiso al de Urbina para salir a combatir contra el turco. Fue destinado a la popa de la galera, al frente de una docena de hombres. Hacia la mitad de la mañana, los despliegues de las fl otas y la embestida de las embarcaciones dieron lugar a un violento combate de infantería en espacio reducido. La victoria se decidiría peleando cuerpo a cuerpo. Finalizado el combate, Cervantes quedó alojado en el hospital de Mesina hasta marzo de 1572. Cuando en abril de 1572, era reformado el Tercio de Moncada, Cervantes pasaba a la compañía de D. Manuel Ponce de León, en el Tercio de D. Lope de Figueroa. Con ella fue a guarnecer la isla de Malta y en 1573 parece ser que participó en la conquista de Túnez y la Goleta. Después, dos compañías de este Tercio, la de Juan de Anaya de Solis y la de Manuel Ponce de León, pasaron a reforzar al Tercio de Sicilia como guarnición de la ciudad de Siracusa donde el que sería insigne escritor, permaneció hasta obtener licencia y partir hacia Nápoles en septiembre de 1575. 1 GÓMEZ DÍEZ, Francisco Javier. Lepanto. La más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos en Revista Ejército de Tierra, IV Centenario de El Quijote., Octubre 2005, nº 775. Arriba. Escudo de armas del Regimiento “Córdoba” nº 10, heredero del Tercio de Moncada. Abajo. Escudo de armas del Regimiento “Tercio Viejo de Sicilia” nº 67, heredero del Tercio Fijo de Sicilia. En las fi las de uno y otro Tercios estuvo encuadrado el joven soldado Cervantes. 64 535 · II-2016 La Legión


LA LEGION 535
To see the actual publication please follow the link above