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LA LEGION 534

>> Actividades DISPUESTO A DARLO TODO Sargento 1º D. Pablo Caballero Sanfi z La fi na lluvia caía de forma constante golpeando en los cristales del VAMTAC, mientras la caravana de vehículos se desplazaba a gran velocidad, hacía el lugar acordado. El jefe del equipo de protección inmediata, sentado en el asiento del copiloto, miraba con impaciencia el reloj mientras repasaba en su cabeza la secuencia de llegada a la comisaría de la región donde el jefe de la agrupación del contingente español se reuniría con el líder de la policía local. Todo estaba medido y controlado, la hora exacta, donde se dirigiría la autoridad y el lugar en que iba a tener la reunión. El jefe de equipo repasaba los informes de inteligencia, sin perder de vista la carretera y pendiente de la persona a la que estaba encargado de proteger. Nada se dejaba a la improvisación. “Todo despejado” se escucha por la radio mientras presionaba el intercomunicador para dar el recibido. El equipo de avance, que ha reconocido previamente el lugar de la reunión, transmite el último informe antes de llegar. Aparentemente la situación es tranquila dentro de lo que es habitual en tierra hostil, pero nunca hay que bajar la guardia, porque la rutina es nuestro peor enemigo. Los vehículos se detienen en seco, justo en el lugar marcado y casi simultáneamente el equipo rodea el vehículo en el que se traslada la autoridad. El jefe del equipo hace las últimas comprobaciones asegurándose que se ha establecido el perímetro de seguridad antes de bajar. Se sitúa junto a la puerta de la autoridad, la abre y se coloca detrás como una sombra, invisible a sus ojos pero siempre pendiente de sus movimientos. El resto se sitúa alrededor, desplegando en una cápsula de seguridad y asegurando que quien está dentro de esa imaginaria burbuja, sea siempre alguien autorizado. Todo discurre en cuestión de segundos y sólo es necesaria una mirada para que todos ocupen su posición. De momento todo transcurre como estaba previsto. El jefe del equipo, recibe los informes del avance de reconocimiento, por el auricular de su radio. Hay hombres armados entre la multitud, miembros de la policía y el ejército local. No se puede confi ar en un ambiente donde la tensión está presente y cada indicio puede ser una señal de que algo pueda ocurrir. De repente una explosión, seguida de una ráfaga de arma automática, un miembro del equipo es herido, el más cercano a la amenaza responde al fuego. “!!Atentado¡¡” -se escucha por radio. Sin perder un ins- Bandera de Cuartel General 22 534 · I-2016 La Legión


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