128 LUCAS CANTERAS ZUBIETA lán, etc. El teniente Casado Escudero queda prisionero, por eso sobrevivirá para relatar a España sus miserias. Silvestre sigue pegado al telégrafo. A las 19:30, Annual lanza uno de sus telegramas más críticos –lo dirige al Ministerio–: “Jefes y oficiales, muertos en alambrada suicidados. Retirada muy sangrienta”. Está “totalmente rodeado por enemigo”. Terminaba: “Debido situación gravísima y angustiosa, me es urgentísimo envío divisiones con todos elementos. Intentaré toda clase de esfuerzos para ver conseguir salir esta dificilísima situación”. Unas horas más tarde, a las 22:35, un nervioso Silvestre volverá a hacer sonar el telégrafo con un plan repentino, que expone añadiendo: “Pero muy urgentísimo, de lo contrario, inútil”. Por fin, Berenguer telegrafía a Melilla el 22 de julio a las 3:45. Confirma el envío de refuerzos, que llegarán demasiado tarde. Además, apuntilla: “aunque con ello se compromete éxito campaña sobre Beni Arós, que ahora se hallaba en una de sus fases más interesantes”. Una hora después, de Annual sale otro telegrama para el Ministerio. Es el último y prescinde de cualquier cortesía. “sus palabras me hacen suponer no he acertado a dar a V. E. idea exacta situación en que se hallan mis tropas en Annual: constantemente hostilizadas aguadas, que habrán de ser sangrientas; cortada por el enemigo mi línea de abastecimiento y de evacuación de bajas; no disponiendo municiones más que para un combate, y comprometer mis soldados con todas consecuencias. Procede determinaciones urgentísimas, que tomaré aceptando toda responsabilidad, teniendo en principio idea de retirarme a la línea Bentieb-Beni Said, recogiendo antes posiciones que me sea posible, en donde esperaré los refuerzos que V. E. me envíe, siendo puerto desembarco Melilla”97. Hasta aquí la escalada de muerte que desembocó en la retirada de Annual, condenada de antemano ante la imposibilidad de socorrer Igueriben, cuya odisea se ha relatado por extenso por considerarla piedra angular de cuanto vino después. Más tarde tendrían lugar los sucesivos Consejos de Guerra en las últimas horas del 21 y primeras del 22, las carreras, las discusiones, la impotencia y una decisión postrera: la de retirada, que habría de ser sangrienta. Berenguer aduciría posteriormente que las informaciones recibidas eran confusas y no denotaban especial urgencia ni peligro, más que cuando ya fue demasiado tarde. Dos factores influyeron en la lentitud de la respuesta 97 Para el relato de Igueriben: BERENGUER FUSTÉ, Dámaso: op. cit., pp. 238-243, y CASADO ESCUDERO, Luis: op. cit., pp. 79-127. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 128-132. ISSN: 0482-5748
REVISTA HISTORIA MILITAR 119
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