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REVISTA HISTORIA MILITAR 119

EVOLUCIÓN DE LA UNIFORMIDAD A TRAVÉS DE ALGUNOS RETRATOS… 161 de San Fernando de 2.ª clase y otra sencilla83. Siendo ya general, obtendría además dos cruces laureadas de 4.ª clase y una gran cruz. En agosto de 1825 logró su libertad, consiguiendo llegar, a finales de ese mismo año, al puerto de Burdeos. Tras estar destinado en el cuartel de Pamplona en el año 1826, permaneció en Logroño desde mayo de 1828 hasta octubre de 1830 como comandante de armas y presidente de la junta de agravios. De ahí pasó a mandar el Regimiento de Infantería Soria 9.º de línea, estando en Barcelona hasta octubre de 1831. Posteriormente pasó a las Islas Baleares, donde permaneció dos años hasta que se dirigió a las provincias Vascongadas, que se habían sublevado. En abril de 1833, el general Juan Antonio Monet, después de haber pasado revista al Regimiento de Infantería Soria que mandaba Espartero, calificó sus dotes: su valor, heroico; su adhesión al rey, decidida y bien probada; su religiosidad, conocida; su aplicación, sublime; su capacidad, completa; su conducta, irreprensible. El 1 de enero de 1834 fue nombrado comandante general de la provincia de Vizcaya. Durante la primera guerra carlista participó en el frente norte. Fortificó Guernica, Bilbao y Durango, entre otros, y organizó el cuerpo de francotiradores de Vizcaya de la reina Isabel II. Consiguió liberar la ciudad de Guernica. Por esta gloriosa acción ascendió a mariscal de campo con la antigüedad de 17 de febrero de 1834, que tuvo lugar la acción de Guernica. El 1 de mayo de 1835 fue nombrado comandante general de las provincias Vascongadas, pasando a Guernica y salvando a 127 hombres que se hallaban encerrados en el convento de monjas de Rentería. Por esto y otros méritos obtenidos en la campaña se le condecoró con la gran cruz de San Fernando. Levantó el sitio de Bilbao y participó en la batalla de Mendigorría el 16 de julio de 1835, obteniendo la gran cruz de Isabel la Católica por esta última. Teniendo noticia de que Bilbao se hallaba bloqueada por catorce batallones enemigos, acudió y resultó herido. Por esta acción obtuvo la gran cruz de Carlos III, concedida por Real Orden de 27 de abril de 1836. El 21 de junio de 1836 fue ascendido a teniente general de los Reales Ejércitos84. Son interesantes, respecto a su nombramiento como general, las palabras del teniente general D. Jerónimo Valdés, que en 1827 había expresado: “Este será algún día un buen General por su golpe de vista militar y viveza para aprovecharse de los descuidos del enemigo”. En el verano cayó enfermo y en septiembre fue nombrado general en jefe del ejército del Norte, virrey de Navarra y capitán general de las provincias Vascongadas, “teniendo en consideración los buenos servicios, inteligencia y demás 83  ISABEL SÁNCHEZ, José L.: “La Real y Militar Orden de San Fernando a través de sus caballeros”, en Revista de Historia Militar, año LV, 2011, pp. 117-153. 84  Gaceta de Madrid, 551, de 21 de junio de 1836, p. 4. Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 161-174. ISSN: 0482-5748


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