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REVISTA HISTORIA MILITAR 119

84 FERNANDO CALVO GONZÁLEZ-REGUERAL tuación europea resulta cada día más grave, pues el telón de fondo internacional es, desde marzo de 1938 y durante un crítico año, una serie de agresiones de Hitler, que denuncian la inminencia de un conflicto general. El 1.º de abril de 1939 es para España un final inevitable, unido a un fuerte respiro”. A lo largo de toda la colección el coronel Martínez Bande va apuntalando la tesis expuesta dato tras dato, cita tras cita, que bien introduce en el propio cuerpo del texto o en ricas notas a pie de página, pues si las monografías beben en las fuentes primarias del archivo de la guerra, también lo hacen en todo tipo de fuente secundaria: la bibliografía empleada por el ponente es rica, variada, actualizada en cada momento: recuérdese que el Servicio Histórico Militar adquiría varios ejemplares de todo lo que se publicaba relacionado con la contienda, no solo en el interior sino también fuera de España –ya fuera en la ácrata Ruedo Ibérico, en la Progreso soviética, en las casas suramericanas, en la comunista colección Ebro–; los investigadores militares, por su parte, venían obligados a enviar un ejemplar dedicado de sus trabajos a la Biblioteca Central Militar. Más: como veremos en el caso de los hermanos Salas, muchos estudiosos de uniforme sostenían una rica –y muy humana y saludable– correspondencia con militares republicanos exiliados, antiguos compañeros, antiguos enemigos, colaboradores todos ahora en la tarea de rescatar la memoria de los hechos. En anexos bien surtidos ofrecía el coronel, además, documentos de primera mano y en su mayor parte inéditos, incontestables como solo el papel rigurosamente histórico puede serlo. Fotografías cuidadosamente seleccionadas para alumbrar el texto y no solo como mero ornamento junto con unos inconfundibles croquis desplegables –excelentes y dibujados por su propia mano– completaban cada entrega. Todo ello con la sistemática manera militar y una prosa algo densa, excusable en una obra de consulta y, además, obligada por la propia materia de análisis: órdenes de batalla, descripción del terreno, balances de bajas, etc. Un buen ejemplo de la pasión por el dato exacto, por los detalles, que caracteriza a todas las monografías lo encontramos en el mencionado La lucha por la victoria, en cuyo inicio el coronel hace un esfuerzo por demostrar con datos que la España de finales de julio del 36 está literalmente partida en dos: partido en dos está el Ejército y partido en dos el pueblo que lo sostiene; partida en dos está la economía española y sus recursos; partida en dos la posibilidad de influir en el exterior para canalizar ayudas. Esta era la forma en que José Manuel Martínez Bande, hábil, contestaba a las polémicas, en este caso desmintiendo por la vía de los números una supuesta superioridad de los alzados desde el inicio (es decir, desmontando la idea de que la sublevación fue un mero golpe del Ejército Revista de Historia Militar, 119 (2016), pp. 84-96. ISSN: 0482-5748


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