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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 132

PRESENCIA VASCA EN LA ARMADA ESPAÑOLA (I) Respecto a la conquista de Granada, hemos de indicar que las huestes vizcaínas se aunaron al propósito guerrero desde los albores del conflicto y su contribución, tanto en las operaciones terrestres como en las navales, fue muy notable. Refrendamos la actuación de hombres del lugar en los distintos organismos del ejército, un Avendaño dentro del cuerpo de los Guardas Reales y otro —en este caso Pedro de Avendaño, ballestero mayor— como contino de la corte. En la toma de Málaga encontramos a Ochoa de Salazar con cinco jinetes. En 1484, el contino Pedro de Barnuevo fue comisionado para reclutar cuatrocientos ballesteros y trescientos lanceros del señorío, hacia 1486 se recibe sobrecarta en Bilbao con la exigencia de ochocientos peones lanceros y ballesteros, etc. Los recursos de Vizcaya también sobresalieron en el frente marítimo, pese a que este no habría de ser el predominante en el conjunto de la plurisecular lucha cristiano-musulmana. y así, las naves vizcaínas prestaron un destacado servicio a los designios reales al obstaculizar la llegada de refuerzos humanos del norte de África y, asimismo, entorpecer el aprovisionamiento de pertrechos y víveres para los sitiados granadinos. Para esa misión, el Trono confiaba en la flota vasca, consciente de que sería asistido como «sus antecesores de gloriosa memoria». Tras el cese de las hostilidades, como hemos señalado más arriba, el capitán Artieta se encargó de trasladar a África al rey Boabdil y a los suyos, transporte tras el cual permaneció al servicio de sus señores. Vascos en el Descubrimiento La guerra de Granada coincide en el tiempo con otra gesta fundamental en nuestra historia: el descubrimiento del Nuevo Mundo. Estos son los nombres de los vascos que encontramos en las expediciones de Cristóbal Colón. En la Santa María iba el contramaestre Chanchu, hijo de Catalina de Deva, que murió en el primer viaje. Eran vizcaínos Martín de Urtubia, Domingo de Anchia, el calafate Lope de Erandio y el carpintero Domingo de Lequeitio. En la Pinta se hallaban los guipuzcoanos juan Martín de Azoque y Pedro y juan de Arraes. Para el segundo viaje colombino comisionaron los Reyes Católicos a Alonso de Quintanilla para organizar una flota en Vizcaya. El naviero juan de Arbolancha y el antes citado general de mar Íñigo de Artieta se encargaron de prepararla. Sancho López de Ugarte aprestó seis navíos. En aquella flota iba juan Pérez de Loyola con 140 hombres, 40 marineros y 80 hombres de armas. y en otras naos encontramos apellidos como Izola, Fagaza, Arostegui, Otaola…, además de a los pilotos Lope de Olano y Martín de Zamudio, al receptor Sebastián de Olano, y a Fernando de Guevara, Luis de Arteaga, Bartolomé Salcedo, Miguel de Muncharaz, Francisco de Garay… En el tercer viaje encontramos a Lope de Olano, Pedro de Ledesma, Pedro de Araba, Martín de Arriarán y Bernardo de Ibarra, entre otros. y en el cuarto, Pedro de Ledesma Año 2016 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 85


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