misiones internacionales Durante la noche, los sensores del VIGMA detectan la presencia de embarcaciones sospechosas y alertan al mando de la operación. Al amanecer, el avión desciende para obtener fotografías y verificar el número de personas que se hayan en peligro. Los buques de guerra que han recibido el aviso del mando de la operación llegan a los puntos indicados por la tripulación del avión. Se procede entonces al rescate de los náufragos, que son atendidos a bordo mientras se les conduce a un puerto seguro. Dentro del avión, el capitán Carrillo, coordinador táctico de la misión, conocido por todos como TACCO, es quien ha dirigido todos los sensores del avión y a sus operadores. «A través del radar —señala— identificamos los blancos que hay en la zona de vigilancia asignada y mediante los sensores ópticos, el flyr y las cámaras fotográficas obtenemos datos que vamos mandando por comunicación satélite a nuestro centro de apoyo a la misión y al cuartel general de la operación». Mientras, otros dos compañeros se han encargado de la búsqueda visual y de realizar fotografías. Tras casi nueve horas de vuelo toca volver a la base. Gracias a los que aguardan en tierra, al equipo de mantenimiento, el avión ha respondido a lo que se espera de él. En menos de 36 siempre hasta el límite de las aguas internacionales. En una siguiente fase, que ha de contar con el beneplácito del nuevo gobierno de unidad de Libia, se prevé «tomar las medidas necesarias» contra las embarcaciones y los activos de las mafias en territorio libio. España, además de los 50 militares del destacamento aéreo Grappa y la dotación de la fragata de la Armada asignada al dispositivo naval, aporta una docena de militares que trabajan en el cuartel general de la operación europea, en Roma, y en el cuartel del comandante de la fuerza, establecido en el portaaviones italiano Cavour. El Ejército del Aire participa en la operación desde el pasado 13 de septiembre, con el cometido de patrullar una amplia zona sobre las aguas del sur del Mediterráneo central para identifi- Pepe Díaz horas tendrán que volver a despegar para enfrentarse a otra nueva misión. Así transcurre la vida en la operación Sophia de la Unión Europea. Aviones de vigilancia marítima y buques de guerra trabajan en equipo para salvar a miles de migrantes que las mafias empujan a esta arriesgadísima travesía. OPERACIÓN SOPHIA La gran mayoría de las embarcaciones de los traficantes salen de los puertos de Libia amparadas por la inestabilidad que azota al país, lo que crea un entorno ideal para actividades delictivas. Actualmente, la misión de la Unión Europea se encuentra en su segunda fase, centrada en el abordaje, captura o desvío en alta mar de los barcos sospechosos de ser utilizados para el transporte ilícito de seres humanos, Mayo 2016 Revista Española de Defensa 27
REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 328
To see the actual publication please follow the link above