L Brigada Juan Antonio Moro. Supervisor radar «RESOLVEMOS casi todas las averías» El brigada Moro es el responsable del mantenimiento del radar, tanto a nivel preventivo como correctivo. «Procuramos anticiparnos a las roturas y, si se producen, intentamos repararlas lo más rápido posible para que nuestra operatividad no decaiga». Asegura que son casi autosuficientes, «el 95 por 100 de las averías las solucionamos nosotros», y si no pudieran hacerlo, vienen especialistas de fuera. «Hay componentes que exceden nuestra capacidad técnica para sustituirlos o no estamos habituados a trabajar con ellos». Él mismo se ocupa de entrenar al personal que será asignado a su área de responsabilidad «para que en el menor tiempo posible alcance la capacidad técnica y sea capaz de solucionar averías en su turno de trabajo» Es «socio fundador» del EVA 12, donde llegó cuando se abrió la unidad en 1998. Nueve años antes había ingresado en el Ejército «en lo que entonces se llamaba voluntariado especial » y, tras su paso por la Academia Básica, fue destinado a Canarias. En el EVA siempre ha trabajado con el radar y le gustaría seguir haciéndolo. «Nunca sabemos lo que nos va a deparar el futuro pero mi deseo es quedarme aquí. Llevo 18 años y espero que sean muchos más». L Capitán Rafael Gómez Dermit. Jefe de la escuadrilla de apoyo «Somos EL único EVA con una sección de montaña» ES el habilitado del EVA 12, el responsable de la seguridad de la información, de la instrucción de la policía, del abastecimiento, de las infraestructuras y de los automóviles. «Además de los vehículos habituales, tenemos dos máquinas fresadoras y un camión cuña para abrir la carretera cuando se bloquea con la nieve». El capitán Gómez Dermit también está al frente de la sección de montaña. «Somos el único EVA que tiene una». Está compuesta por cinco militares «porque la única forma de llegar hasta aquí algunos días de invierno es en helicóptero o a pie. Nosotros lo hacemos con esquís de travesía y, el resto de la unidad, con raquetas de nieve». Así han llegado a subir diez km. cargados con piezas del radar y enseres básicos para el personal de la unidad. Es controlador de interceptación y como tal, estuvo destinado en las bases aéreas de Torrejón y Zaragoza. Cuando llegó al EVA 12, hace tres años, «ya venía con experiencia en montaña». Esquiaba, era montañero y escalador, así que, cuando se le abrió la posibilidad de venir, no se lo pensó. «De cara al futuro, cumpliré lo que el mando designe, pero aquí estoy muy bien», asegura. El radar tridimensional de la unidad permite capturar y enviar datos a los centros de control en tiempo real Mayo 2016 Revista Española de Defensa 41
REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 328
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