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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 134

COLBERT Y PATIÑO: DOS COLOSOS EN LAS MARINAS BORBÓNICAS Tales medidas resultaron tan eficaces que, al encontrarse en paz la frontera luso-española (29), el rey decidió que Patiño aplicase los mismos métodos en Cataluña, donde se había encontrado una gran resistencia tanto en Barcelona como en otras localidades del principado. Con este fin, fue nombrado superintendente general para el Ejército y Principado de Cataluña el 21 de marzo de 1713. El desastre contable de la época de Carlos II exigía unificar y poner orden en las finanzas, ámbito en el que el Consejo de Hacienda, hasta principios del siglo XVIII, solo se ocupaba de imponer y recaudar los múltiples impuestos correspondientes a Castilla y León. Los intentos unificadores de Olivares y las reformas fiscales de 1683, 1691 y 1701 van a tomar forma con el consejero francés Orry a partir de 1703, que contará con el apoyo sin restricciones de Melchor de Macanaz y josé Patiño. Muchas de las reformas sobre administración y finanzas fueron anuladas en 1715, cuando se expulsó a los consejeros franceses y el monarca restauró el Consejo de Hacienda de 1701 (30). Ratificado el tratado de Utrecht en julio de 1713, los aliados extranjeros retiraron sus fuerzas de Cataluña. A partir de ese momento, la Corona pretendía implantar en territorio catalán el mismo régimen administrativo ya implementado en la mayor parte de España. Para ello no solo trasladó allí a Patiño, sino también al mariscal duque de Berwick, que asumiría el mando del Ejército en Cataluña. En los cuatro años siguientes, como reformas más trascendentes, Patiño creó un catastro para la recaudación de impuestos, suprimió el barcelonés Consell de Cent, reformó de la Tabla de Cambios e implantó una nueva administración territorial (31). Otra de las misiones encomendadas a Patiño en 1715 como superintendente de Cataluña fue preparar una expedición militar para recuperar la isla de Mallorca, que se encontraba bajo dominio británico. Tras contratar numerosos buques, consiguió embarcar 10.000 hombres, que no tuvieron dificultades para ocupar, el 15 de junio, la isla, de cuyo gobierno se hizo cargo Patiño. Con la llegada de la nueva reina, Isabel de Farnesio, varios consejeros franceses son despedidos —entre ellos Orry— y se da entrada a un grupo de italianos mandados por el abad Alberoni, que pasa a ser el hombre fuerte. Alberoni actuó de hecho como primer ministro desde 1715, pero chocaba con los consejos, que se habían impuesto de nuevo. En 1714 se crean las secretarías de Marina e Indias, Guerra, Estado y justicia, y Hacienda, cuyo poder sobrepasaba al de los consejos. A través de los nuevos secretarios, Alberoni tomaba parte en las decisiones y, rodeado de varios italianos como Patiño, mejoró su control sobre el gobierno —si bien este nunca fue absoluto— y la Administración. (29) En noviembre de 1712 se había alcanzado una tregua con Portugal. (30) PULIDO BUENO, I.: op. cit., p. 42. (31) PéREZ FERNÁNDEZ-TURéGANO, C.: op. cit., p. 35. Año 2016 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 19


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