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REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA BERNARDO GALVEZ

UN LIDERAZGO COMPARTIDO: LA CONQUISTA DE PANZACOLA, 1781 149 Objetivo: Panzacola Situada a unos 372 kilómetros al este de Nueva Orleans, Panzacola es un excelente puerto natural. La ciudad se hallaba emplazada en el fondo de la bahía, a unos 10 kilómetros lineales de la boca. En su entrada existen todavía peligrosos bancos de arena y piedra. La costa es arenosa y llana, salvo una elevación que domina la boca de la bahía: Barrancas Coloradas o Red Cliffs. Allí se había levantado un fuerte de madera, dotado con 11 cañones, cinco de ellos del calibre 32. Esta batería alcanzaba con sus fuegos el otro lado de la boca, a una distancia de unos 1.700 metros: la isla de Santa Rosa. Dado su emplazamiento en altura, el fuerte no era batible por la artillería de los buques. Por otra parte, atacar Panzacola por tierra constituía una verdadera odisea: unos 90 kilómetros de trayecto desde Mobila, atravesando bosques espesos de coníferas y ríos caudalosos, que dificultaban el arrastre de los cañones, municiones, pertrechos y víveres. La ciudad debía pues ser tomada desde el mar. El factor sorpresa no existía. Pero toda operación anfibia en el siglo XVIII atlántico llevaba aparejada muchas dificultades de orden logístico, militar y marinero. Requería habilidades y técnicas especializadas, incluidas la navegación y fondeo en aguas restringidas. El traslado seguro de tropas, equipos, munición y víveres desde las embarcaciones a tierra, el mantenimiento de la comunicación con las fuerzas navales de apoyo, así como el reembarque de los heridos, representaban un reto para el comandante naval de una expedición. El atacante debía poseer el dominio local y temporal del mar circundante, bloqueando el puerto enemigo e impidiendo la llegada de refuerzos del adversario. También debía apoyar el desembarco y hostigar las posiciones enemigas, mediante el bombardeo. Normalmente la infantería de marina tomaba parte en el desembarco y asalto a la plaza enemiga. Pero la clave del éxito era una buena relación entre los mandos terrestre y naval. La conquista de Panzacola por Gálvez constituye un buen ejemplo de una operación anfibia y sus retos9. 9  Sobre operaciones anfibias del siglo XVIII hay una buena bibliografía. HARDING, Richard : Seapower and naval warfare, 1650-1830. Naval Institute Press, Annapolis, 1999  ; HARDING, Richard: «Amphibious operations», en John HATTENDORF (ed), The Oxford Encyclopaedia of Maritime History. Oxford University Press, New York, 2007; los trabajos de HATTENDORF, John: “El mar frente a la costa en la teoría y la praxis: la guerra de 1812”; HARDING, Richard: “Operaciones anfibias británicas, 1700-1815”; y GUIMERÁ RAVINA, Agustín, “Bloqueos navales y operaciones anfibias: la perspectiva española”, en Agustín Guimerá Ravina y José María Blanco Núñez (coords.): Guerra naval en la Revolución y el Imperio: Bloqueos y operaciones anfibias, 1793-1815. Marcial Pons Historia, Madrid, 2008, pp. 39-58, 79-98 y 405-425; BAUDOT, María (ed.), El Estado en guerra. Expediciones navales españolas en el siglo XVIII. Polifemo, Madrid, 2014; VEGO, Milan: Operational Warfare at Sea. Theory and Practice. Routledge, London-New York, 2009; y VV.AA., Expediciones navales españolas en el siglo XVIII. Ministerio de Defensa, Madrid, 2014. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2016, pp. 149-166. ISSN: 0482-5748


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