Observatorio Geopolítico e Internacional de Conflictos LA BATALLA POR MOSUL Y EL DÍA DESPUÉS Alberto Pérez Moreno. Coronel. Infantería. DEM El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunciaba el 17 de octubre una gran operación para reconquistar Mosul y, dos semanas después del inicio de la ofensiva, las fuerzas iraquíes conseguían significativos avances en todos los frentes, logrando objetivos simbólicos como la TV de Mosul. Sin embargo, la lucha para erradicar de la ciudad a los yihadistas será dura y es posible que dure semanas, incluso meses. Y lo que es más importante, en Mosul el gobierno iraquí se juega mucho más que derrotar a Daesh, está en juego la estabilidad del país. LA COMPLEJA LUCHA CONTRA DAESH En la primera semana de la ofensiva los cerca de 50.000 hombres del ejército iraquí, milicias chiíes englobadas en las Fuerzas de Movilización Popular, peshmergas kurdos y grupos de suníes, turcomanos y yazidis, apoyados por la acción aérea de la coalición liderada por Estados Unidos, atacaron simultáneamente en múltiples frentes consiguiendo recuperar cerca de 80 pueblos de los alrededores de Mosul. Posteriormente la ofensiva se concentró en tres ejes: al noreste la División 16 y fuerzas peshmergas llegaban a 9 km de Mosul; al sur, siguiendo la carretera Bagdad-Mosul, la División 15 encontró fuerte resistencia y dificultades por la quema de depósitos de azufre en Mishraf; y ha sido en el eje este, carretera Erbil- Mosul donde, tras el avance en la zona de Bartella, fuerzas especiales han alcanzado Mosul por el suburbio de Kukjali, barrio en el que están las instalaciones de la TV y controlan otros seis. Además, 130 REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 las Fuerzas de Movilización Popular avanzan por el desierto al oeste de Mosul en dirección a Tal Afar para cortar la retirada de los yihadistas.1 Al término de lo que puede considerarse la primera fase de la batalla, el secretario de Defensa norteamericano, Ash Carter, y el teniente general Stephen Towsen, jefe de las fuerzas de la Coalición en Irak, se han mostrado satisfechos de la marcha de unas operaciones que, en general, se desarrollan de acuerdo con el plan acordado en Mosul. Pero también recordaban que, contrariamente a algunas informaciones publicadas, el progreso de las fuerzas de la coalición no ha sido más fácil de lo previsto y los islamistas han resistido empleado vehículos cargados de explosivos, misiles contracarro y ametralladoras, a la vez que se intensificaban los disparos de francotiradores a medida que las fuerzas de la coalición se internaban en terreno urbano.2 Tanto desde Washington como desde Bagdad se sigue insistiendo en las dificultades que entraña expulsar a los 7.000 yihadistas que se supone que permanecen en Mosul tras dos años en la ciudad. La existencia de gran parte de los 1,5 millones de habitantes de la ciudad impide llevar a cabo ataques aéreos para evitar un alto coste de vidas humanas en la nueva y más compleja fase de liberación de Mosul. El llamamiento del «califa» Abu Bakr al- Baghdadi exhortando a resistir hasta el final3 ha reforzado los esfuerzos de Daesh por utilizar a la población como escudos humanos, como las 1.600 personas sacadas de Hamman al-Alil, y atemorizar a los que se resisten con asesinatos como los de 230 desertores, o 52 jóvenes en un colegio público. Anteriormente Naciones Unidas ya informaba de la ejecución de 232 residentes en Shura, Al Qayara y Nimrud. Aunque el presidente Abadi ha pedido a la población que permanezca en sus casas, la realidad
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
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