Page 94

EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909

sustituido Antón Vaino, de 44 años, quien hasta entonces ejercía el puesto de número dos de dicha Administración, órgano que acumula grandes cuotas de poder y que tiene tanta influencia como el propio Gobierno. Aunque este último cambio se realizó en un momento delicado, ya que las elecciones parlamentarias se celebraron en poco más de un mes después, el 18 de septiembre, el presidente ruso tiene tanta confianza y seguridad en sí mismo que apuntala cada vez con mayor solidez su poder. Esta forma de gobernar en la que aparentemente hay un consejo de iguales pero, de hecho, solo manda uno, es una práctica tradicional asumida abiertamente por el pueblo ruso. Putin es el «zar», el líder indiscutible. RUSIA COMO ACTOR ESTRATÉGICO SINGULAR Es sabido que Rusia no acepta el statu quo de la actual arquitectura de seguridad internacional diseñada por Occidente. En la Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia (RNSS) del pasado mes de diciembre se expresa que Rusia pretende afianzar el estatus de una potencia mundial líder en un mundo que denomina «policéntrico» implantando un moderno orden de seguridad europeo. En la política exterior sigue imperando la histórica tendencia de señalar objetivos demasiado ambiciosos que exceden de sus propias capacidades. Así pasó con Pedro el Grande, cuando a principios del siglo xviii, después de obtener una nítida victoria sobre Carlos XII de Suecia e implantar el poder ruso en el mar Báltico, fracasó en su empeño de hacer lo mismo con Europa. Otro tanto ocurrió con Alejandro I cuando venció a Napoleón en la segunda década del siglo xix y quiso ejercer de árbitro en la política europea sin conseguirlo. Por último, la Guerra Fría iniciada por Stalin en los años cuarenta del siglo pasado, después de su victoria contra Hitler, con su intento de implantar un orden mundial, fue perdida por los soviéticos en los inicios de los años noventa de dicho siglo. Actualmente Rusia está promoviendo una política exterior agresiva y militarista. En el fondo de su posición late un deseo de revisar los principios del actual orden de seguridad mundial y establecerse como una gran potencia que sea 94  REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 reconocida en el ámbito internacional, especialmente por Estados Unidos. Moscú ha hecho un arte de sorprender al mundo con audaces golpes decisivos de alcance internacional. Con la intervención militar en la guerra civil siria, iniciada el 30 de septiembre del año pasado, es la cuarta vez que Putin se anticipa a Occidente en una iniciativa con repercusión mundial. La primera fue en el año 2008 en la guerra de Georgia, en apoyo de Abjasia y Osetia del Sur; la segunda en la guerra civil siria, en 2013, cuando consiguió suspender el previsto ataque norteamericano a cambio de que Siria desmantelara sus armas químicas; y la tercera en el año 2014, en la crisis de Ucrania con la anexión de Crimea. La citada intervención militar en Siria supone el regreso de Rusia a la escena internacional después de la crisis de Ucrania, con una apuesta provocadora que pone en cuestión la estrategia de Estados Unidos en Oriente Medio, especialmente en relación con la guerra contra el Estado Islámico y con el futuro de Siria y de Irak. La actuación del Kremlin no solo responde al objetivo de la comunidad internacional de combatir el terrorismo, sino también a sus propios intereses estratégicos. Con esta iniciativa pretende continuar en Tartus, único puerto para el apoyo logístico de la flota rusa en el Mediterráneo, seguir con la lucrativa venta de armamento a Siria y recuperar y conservar su influencia en Oriente Medio. Lo que está realizando actualmente el presidente ruso en Siria es el resultado de la ausencia de un  «orden mundial»  en el planeta. Ante la lentitud, cautela, debilidad y falta de voluntad política de Occidente Putin está ocupando el vacío geopolítico que se ha producido en algunas partes del mundo, especialmente en el este de Europa y en Oriente Medio. Rusia ha entrado en la guerra civil siria con una nueva coalición (Rusia, Irán, Irak y Siria) con el principal objetivo de apoyar y mantener en el poder al presidente sirio, Bashar al-Asad. Lógicamente, con esta postura se enfrenta a la coalición de más de 60 países, liderada por Estados Unidos, que empezó los ataques aéreos sobre las fuerzas del Dáesh en Siria en septiembre de 2014 y que, en principio, aboga por la expulsión de Bashar al-Asad.


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
To see the actual publication please follow the link above