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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 135

LOS PRIMEROS SUBMARINOS DE LA ARMADA ESPAÑOLA tra Señora de los Remedios. Algún periódico, a la noticia de su fallecimiento, añadió que era «persona ilustradísima, que merecidamente gozaba el renombre de sabio» y, en relación con el asunto que nos ocupa, que «era inventor de un submarino, cuyos planos y proyectos estaban ya aprobados por la superioridad, y en breve se iban a comenzar en este arsenal (Cartagena) los trabajos para su construcción », aunque fatalmente pasó a engrosar la larga nómina de proyectos malogrados que rodeó la génesis de este tipo de buque. El nuevo siglo Al comenzar el nuevo siglo, superado el pesimismo en que se sumergió Capitán de navío Ferrándiz la nación tras el 98, España parece decidida a acometer un proceso de regeneración en todos los órdenes. y así, en el ámbito marítimo se encuentran en marcha los trabajos encargados a la recién creada junta encargada de proponer «al Gobierno en el plazo más breve que sea posible el programa de unidades que han de componer la Escuadra nacional, señalando los tipos de diversas clases que deberán formarla, é indicando su coste aproximado». En cuanto a lo relacionado específicamente con el objeto de nuestro trabajo, parece también superada la por unos llamada «tragedia», por otros «frustración » y por algunos incluso «gran conjura» que malogró el proyecto de Isaac Peral. Este será el tiempo en que por primera vez encontramos en la legislación marítima española el vocablo «sumergible» o «submarino», ya que en esta época se emplean indistintamente, o bien referencias a dicho nuevo tipo de buque en el proyecto de ley de 25 de enero de 1904 que el ministro de Marina josé Ferrándiz y Niño presenta a las Cortes, y en cuyo programa de obras y adquisiciones, en el apartado «Defensas móviles», figura entre otros «un torpedero sumergible de 100 a 110 toneladas, buque experimental y para instrucción del personal», por un importe de 1,5 millones de pesetas. Pero este proyecto de ley fue retirado de las Cortes por un real decreto de 14 de junio de 1905, ya que por otro real decreto de 26 de mayo anterior el nuevo ministro de Marina había sido autorizado para presentar «a las Cortes el proyecto de ley de construcción de fuerzas navales y de reorganización de servicios de la Armada». Ocupaba entonces la cartera Eduardo Cobián y Roffignac, que recibió el cargo de Marcelo Azcárraga Palmero, después de Año 2016 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 17


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