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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017

TEMAS GENERALES mía y el cambio de signo político en Whitehall, acabaron motivando la elaboración de nueva revisión de la política de defensa británica. La victoria laborista en los comicios de 1964 acabó con una larga hegemonía conservadora. Este nuevo Gobierno, encabezado por Harold Wilson (1964-70), se mostró muy crítico con la gestión de la defensa de sus antecesores, especialmente por el excesivo gasto militar, el exagerado nivel de ambición, el sobreesfuerzo que sufrían las fuerzas y la confianza puesta en el armamento nuclear en detrimento del convencional. Estas críticas sirvieron para que el secretario de Estado de Defensa Denis Healey (1964-69) iniciara la segunda revisión de la defensa británica, un trabajo que se plasmó en la Statement on the Defence Estimates 1966: the Defence Review (6) y se refinó en las Supplementary Statement on Defence Policy de 1967 y 1968 (7). La revisión pretendía reducir el montante de la defensa británica —que en aquellas fechas representaba un 7 por 100 del PIB— para contener el déficit público. Aunque esta disminución se estimó en un punto porcentual, en la declaración suplementaria de 1968 el objetivo de gasto se redujo hasta el 5’5 por 100 del PIB (8). Ello obligó al Ministerio de Defensa a tomar drásticas medidas que terminaron con las aspiraciones imperiales del país, debilitaron su capacidad de influencia y acabaron con su autonomía estratégica: se cancelaron programas de armamento y material y se priorizó la adquisición de sistemas estadounidenses (9); se reorganizó el patrón de despliegue de la fuerza y se redujo la presencia en el exterior; se replanteó el Ejército Territorial, se simplificó el planeamiento de la defensa y se resolvió «… no participar en ninguna guerra si no se realiza en cooperación con los aliados». Observándola con más detalle, esta propuso: — El repliegue definitivo de las fuerzas británicas estacionadas al este de Suez, con la excepción de los destacamentos de Hong Kong y Brunei; la clausura de las bases situadas en el golfo Pérsico y la concentración de las unidades en el Reino Unido, Alemania, Chipre y Malta. Esta decisión comportó el punto y final del imperio, pero permitió reducir el sobreesfuerzo al que estaban sometidas las FF. AA. y supuso un gran ahorro económico que contribuyó a estabilizar el gasto militar y (6) MoD: Statement on the Defence Estimates 1966. Londres, HMSO, 1966. (7) MoD: Supplementary Statement on Defence Policy 1967-1968, Londres, HMSO, 1967- 1968. (8) Ello estuvo motivado por la devaluación de la libra esterlina en 1966 y la urgencia de acometer nuevos recortes en el gasto debido a la situación económica que atravesaba el país. CHALMERS, Malcolm: «Paying for Defence: Military Spending and British Decline». Londres, Pluto Press, 1985, pp. 82-97. (9) Sobre la «americanización» doctrinal, tecnológica y armamentística de la defensa británica: TILL, Geiger: The British Warfare State and the Challenge of Americanisation of Western Defence, en European Review of History, 15-4, 2008, pp. 345-74. 2017 23


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