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LA LEGION 538

>> Libros Actividades DIARIO AFRICANO Impresiones de un teniente de La Legión Septiembre 2015 ISBN 978 84 9091 076 4 Páginas 240 Foto. Teniente Montero, capitán Arredondo, subteniente Torres, capitán Valcacer, teniente Calvacho, comandante Franco y veterinario León. Rafael Montero Bosch D. Antonio García Moya El joven teniente Montero Bosch nunca imaginó que aquel diario inconcluso, hoy editado como “Diario Africano. Impresiones de un teniente de La Legión” sería una de las obras de referencia de la biblioteca legionaria. No lo pudo continuar por dos razones: la primera, haber caído herido de gravedad y la segunda, consecuencia de la anterior, tuvo que dejar el Tercio de Extranjeros, en defi nitiva, Marruecos, el África que da nombre a esta obra. El Diario Africano es una de las obras fundamentales de la historia de La Legión. Sin duda forma con otras como Diario de una Bandera, del Comandante Franco; La Legión, de Millán Astray; o “E eu fui Legionario” de Amet Handi; o los inéditos: Memorias de 43 años en La Legión española, del teniente coronel Piris Berrocal y las memorias de José Nuez Comín, un testimonio de primera mano de aquella época. A lo largo de un año, el primero de existencia del Tercio de Extranjeros, este ofi cial recopiló y plasmó en un cuaderno sus vivencias en aquella incipiente unidad. Una tarea que como decíamos, tendría su fi nal con las consecuencias de la guerra, al resultar herido de gravedad el 2 de octubre de 1921, en las operaciones de Sebt y Ulad Dau, precisamente cuando el Tercio se encontraba en la parte ascendente de su prestigio como unidad militar. El teniente Rafael Montero Bosch recibió un disparo por la espalda. La bala entró por la región cervical, afectando a la primera vértebra y salió por la boca. Aquella gravísima herida --durante el tiempo que duraron los combates de aquel día fue dado por muerto y su cabeza estuvo cubierta con un saco--, le provocaría una parálisis en el lado derecho de su cuerpo. Aquella limitación no le impediría regresar a fi las durante la Guerra Civil pues, al presentarse ante el general Franco ofreciéndole sus servicios, le fue otorgado el mando de la XV Bandera de La Legión. Mandando esta unidad en el frente de Aragón participó en la toma de la Peña Aholo, defendiéndola después de violentos ataques. En la acción se distinguió y se hizo merecedor de ingresar en la Real y Militar Orden de San Fernando, recibiendo la preciada cruz laureada. Montero fi nalizó su diario cuando salió del hospital. Dejó escritos sus últimos momentos operativos en los que ya sabía de la importancia de su testimonio para la historia de La Legión: Estos datos, unidos a mis recuerdos, fuertemente grabados en mí y algunas consultas en los varios libros escritos sobre La Legión me han servido para reproducir con rigurosa exactitud aquella vida tan intensa, la más feliz de mi vida militar. Con ello lograré que nuestra brillante actuación sea conocida y justamente apreciada. 50 538 · I-2017 La Legión


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