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76 ALBERTO GUERRERO MARTÍN Ferrer Sequera habla de novedades pedagógicas introducidas en la AGM. La primera, a la que calificó de “notable y avanzadísima”, fue la supresión del examen final para aquellos alumnos que habían obtenido una media de aprobado a lo largo del curso académico91. No era una medida tan novedosa como parece, pues ya se observó al hablar de la memoria de los cursos de la AI, donde, en 1919, varios profesores —fundándose, eso sí, en un sistema donde el número de alumnos era reducido— habían solicitado la supresión de los exámenes. Con ello querían que el alumno no estudiase solo para el examen y que siguiese con interés las clases. La otra novedad de la que se hace eco Ferrer Sequera fue la de casi completa eliminación de los libros de texto y su sustitución por guiones, reglamentos oficiales o notas de conferencias92. Sin embargo, la supresión de los libros de texto no fue en ningún caso una novedad aportada por la AGM, pues ya se destacó que, en 1914, el teniente de navío Pérez Chao señalaba que la mayoría de las asignaturas en la ESG se basaban en las explicaciones diarias del profesor, sin necesidad de recurrir a los manuales al uso. Algo que también es recalcado por Blanco Escolá, quien se refiere en este caso al libro de Víctor F. Serrano, España militar, publicado en 1925, dedicado al funcionamiento de la ESG93. Los guiones eran impresos en la AGM y, según Busquets, “no se inducía al cadete a comprar libros de consulta” ni existía el hábito de visitar la biblioteca94. También De Sanjuán al tratar el sistema de enseñanza en un centro único, en una Escuela General Militar, estaba a favor de prescindir del “fetiche del texto oficial”, aunque sí de textos de consulta y de una amplia bibliografía. En su opinión, este sistema “suprime el texto, que adocena y caduca, sustituyéndole por el texto viviente, siempre al día y nunca exclusivista, que es el profesor capaz”. Asimismo, suprimía “el estudio únicamente sobre escritos que poco produce, y el a hora fija, y lo sustituye por el realizado racional y agradablemente (labor del profesor), en forma adaptada a cada alumno (repetidor) y sobre la vida misma”. Evidentemente, era necesario disponer de un buen servicio de material y biblioteca95. Sí fueron novedosas algunas de las ayudas utilizadas para la enseñanza, como fue que cada aula dispusiese de proyectores de cuerpos opacos 91  FERRER SEQUERA, Julio: La Academia General Militar: apuntes para su historia. Plaza&Janés, Barcelona, 1985, pág. 235. 92  Ibídem, pág. 236. 93  BLANCO ESCOLÁ, Carlos (1989): op. cit., pág. 185. 94  BUSQUETS, Julio: op. cit., pág. 257. 95  SANJUÁN, Alfredo de: op. cit., pp. 53 y 54. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 76-90. ISSN: 0482-5748


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