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REVISTA DE SANIDAD FAS ABRIL JUN 2017

Estudio exploratorio sobre nivel de preparación del personal sanitario en Defensa NBQ Sanid. mil. 2017; 73 (2)  95 de los comprimidos de bromuro de piridostigmina, ya que es el médico el que asesora al jefe de unidad para iniciar el pretratamiento con bromuro de piridostigmina frente a los efectos de los neurotóxicos. Resultando vital no sólo conocer las pautas de administración, sino los efectos secundarios incapacitantes que puede provocar la administración de este carbamato (Tabla 2). En relación a esto, en un estudio similar realizado en 2006, el 60 % de los médicos militares se declaraba desconocedor de las aplicaciones terapéuticas del bromuro de piridostigmina frente a las intoxicaciones por neurotóxicos y respondiera «no sabe/ no contesta» a la cuestión de la efectividad del producto en el tratamiento frente a vesicantes21. Más del 70% de los médicos y enfermeros participantes indicaron no saber realizar el triaje frente a agentes químicos de guerra lo que podría suponer una falta de preparación crítica para intervenir en un incidente NBQ (Tabla 2). La correcta gestión de un incidente NBQ desde el punto de vista sanitario se relaciona de forma directa con la reducción de la transferencia de contaminación al conjunto de la cadena de rescate durante la evacuación. Y por otro lado, el conocimiento de cómo introducir a una baja en un saco de evacuación de bajas contaminadas lleva implícito saber sacarlas del mismo a la entrada del Puesto de Socorro de Batallón o Grupo o unidad equivalente (Tabla 2). En analogía al ámbito civil, pero salvando las distancias al ámbito castrense, y tomando como referencia el atentado de Tokio de marzo de 1995, se observa que la preparación del personal sanitario en este tipo de incidentes resulta vital para responder con eficacia a este tipo de incidentes31. Un aspecto que se deduce del estudio es el desconocimiento de los criterios de clasificación de bajas masivas en incidentes NBQ que refirieron los participantes en el estudio. Este desconocimiento tiene una importancia capital ya que la declaración de bajas masivas es una responsabilidad médica. El 60% de los participantes en el estudio mostraron no saber responder con eficacia a un incidente químico. Esto se relaciona de forma directa con el desconocimiento relativo a los procedimientos de descontaminación de bajas válidas y no válidas. Y fundamentalmente desde el punto de vista sanitario, saber reconocer, y tratar, los signos y síntomas de una intoxicación atropínica, así como conocer los criterios de clasificación de bajas masivas en incidentes NBQ. A la vista de los resultados obtenidos, parece evidente que la formación específica en Defensa NBQ, durante el periodo de formación militar técnica, a pesar de la carga lectiva de 4 ECTS que tienen32, parece no ser suficiente para capacitar al personal sanitario para intervenir en un incidente NBQ, ya que solo el 7,6% se considera preparado. En relación a estos resultados, en un estudio similar realizado en 2006, el 11,8% de los médicos militares que participaron en el estudio consideraron suficiente la enseñanza recibida durante su periodo de formación En los últimos años, se ha realizado un esfuerzo para mejorar la formación del personal, pero a la vista de los resultados obtenidos parece que el objetivo formativo no se alcanza en su totalidad. Situación que podría ser asimilable a estudios similares realizados en otros ejércitos, ya que se observa un deterioro rápido de la aptitud de defensa NBQ conforme pasa el tiempo, concluyéndose la necesidad de realizar actividades de refresco periódicas para no perder la capacidad de respuesta frente a incidentes NBQ, exigencia por otra parte, común al resto de cuerpos33. Incidiendo en este sentido, el haber realizado el curso de Protección Sanitaria NBQ parece no garantizar que el personal sanitario admita estar preparado para intervenir en este tipo de incidentes, porque sólo el 12,7% se considera preparado para ello. Realizar cualquiera de los cursos impartidos por la Escuela Militar de Defensa NBQ tampoco parece garantizar la percepción de la capacitación para intervenir con eficacia en este tipo de incidentes, ya que sólo el 40% de los que han recibido formación especializada se considera preparado para intervenir en un incidente NBQ. Esto puede deberse a que tanto el curso de riesgos NBQ y TIM (Toxic Industrial Materials – Materiales Tóxicos Industriales), como el de especialista en defensa NBQ están diseñados para personal no sanitario. Destacándose que conforme mayor es el nivel de formación mejor es la capacidad de intervención en un incidente NBQ en general, y en un incidente químico en particular (Tabla 3). Por otro lado, la inclusión de contenidos específicos de asistencia sanitaria en ambiente NBQ en el Manual de Soporte Vital Avanzado de Combate tampoco parece ser suficiente para alcanzar la aptitud básica de supervivencia en ambiente NBQ34, lo cual parece determinar la necesidad de potenciar estos contenidos dentro del curso de Soporte Vital Avanzado de Combate impartido en la Escuela Militar de Sanidad, no sólo para alcanzar esta aptitud sino otras más avanzadas, así como dentro del futuro Diploma de Sanidad Operativa. El problema en relación a la capacidad de intervención en incidentes NBQ, reside en que parece que las actividades formativas no se perciben como suficientes. Y todo ello a pesar que España ha ratificado e implantado los principios doctrinales OTAN, haciéndolos suyos a través de la ratificación e implantación de los mismos35,36. Considerándose que se debe hacer un esfuerzo en mejorar los procesos de implantación de los diferentes acuerdos de estandarización ratificados e implantados por España, ya que a tenor de los resultados obtenidos la implantación, al menos en los aspectos de defensa NBQ, no se está llevando a cabo de forma adecuada. CONCLUSIONES –  Se observa una falta de preparación del personal sanitario para intervenir con eficacia frente a un incidente NBQ en general, y químico en particular. Así como una reducida percepción del nivel de preparación para intervenir con eficacia en un incidente NBQ. –  A pesar de que se observa una mejor preparación en el personal sanitario menor de 40 años debido a que se han introducido contenidos curriculares específicos durante el periodo de formación militar, éstos no parecen ser suficientes para capacitar al personal sanitario para intervenir con eficacia en incidentes NBQ. –  Es conveniente establecer unos niveles de competencia de Defensa NBQ específicos sanitarios al objeto de capacitar al personal sanitario en función de su puesto táctico, incluyendo desde la asistencia hasta el asesoramiento.


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