Hace 100 años Nacimiento Málaga 28 julio 1917 Hijo de D. Federico Garret Flaquer y Dª María Rueda de Las Heras ha nacido en esta ciudad, un niño será bautizado con el nombre de su padre. Nota de El Vigía: Al producirse la sublevación militar, sabiéndose perseguido, consiguió abandonar Málaga con destino Orán, volviendo a Algeciras para ingresar voluntario en la Falange de esta ciudad, con la que marchó al frente de Málaga hasta la toma de la capital, donde permanece instruyendo a una centuria. Luego, con la 1ª Bandera marcha al frente de Córdoba, pronto es propuesto y se le concede para el empleo de sargento. Pero su vida había de cambiar totalmente, ya que a fin de año (estamos en 1937) es llamado para un curso de pilotos y tras su paso por Tablada, marcha a Alemania donde, a lo largo de seis meses y medio, recibe una muy completa formación. Destinado a la caza, “El chanquete” – como todo el mundo le conocía por su cuerpo enjuto– se integra en la recién creada 8ª Escuadrilla (8- E-3) mandada por el veterano comandante José Pazó, a quien sucedió Arístides García López. Aquella Cruz de Santiago de su emblema, inequívoca idea de su primer jefe y la consigna: Balilla no vuelvas sin vencer, sería tomada al pie de la letra por sus jóvenes pilotos que desde Tablada y después Mérida, intervienen en las operaciones de los frentes de Córdoba, Granada y Extremadura, pero a pesar de su entusiasmo no se presentaron muchas oportunidades y combates; en uno el vigía Cronología de la Aviación Militar contra “Chatos”, a nuestro personaje se le adjudicó una victoria “probable”. Arístides con cuatro, “Muntaditas” con tres y Luca de Tena con uno, se llevarían la palma. Ametrallamientos a camiones y tanques, protección a bombarderos y vuelos de crucero y vigilancia fueron la tónica. El 1º de abril, alcanzada ya la paz, la 8ª vuela a Griñón, donde se concentra la Escuadra de Caza; participa en los desfiles sobre Sevilla, en la Revista de Barajas y en el de la Victoria, formando en el cielo de Madrid el nombre de Franco; concretamente, en uno de los nueve Fiat que componían la C; para ser más exactos, en el extremo del palo superior de la misma Ascendido a teniente provisional, fue destinado al 27 Grupo de Caza y Persecución de Melilla-Tauima, donde disfruta volando el “Superfiat”, como se conocía a los monoplanos Fiat G-50 (870 cv y 400 km/h). Profesionalizado, tras su paso por la Academia de Aviación, se incorporó como profesor en la Escuela de Caza; así que, poco después, en plena forma marcha a Rusia con la 2ª Escuadrilla Expedicionaria –la del comandante Salvador–. Antes, el 8 de marzo de 1942 en el aeródromo alemán de Werneuchen se entrena en el Messer Me-109F (“Zacuto” como le bautizara su jefe). El 21 inicia sus acciones de guerra y en la madrugada del 5 del siguiente mes él y su pareja se enfrentan a una formación rusa de tres Lagg 3 y y siete I-16 (los tan conocidos “Ratas” de España) Garret consiguió derribar uno de los primeros. La lucha continuaba, y cuando en febrero de 1943 “El chanquete” regresó a España, en su hoja de servicios constataba Española CANARIO AZAOLA Miembro del IHCA su participación en 24 misiones de caza libre, 75 de alarma y ocho combates. Premio a su brillante actuación, fueron la Cruz de Hierro alemana, y las de Guerra con Palmas y l Cruz Roja al Merito Militar, con el pasador “Rusia” que le concedió el Gobierno español. Destinado a la Escuela de Observadores como ayudante de profesor pasó varios años desempeñando tal función.Hizo el curso de vuelo sin visibilidad en Matacán y con el empleo de comandante fue destinado al Estado Mayor de la Región Aérea Pirenaica. Realiza el curso de Estado Mayor con la XIII Promoción pasando al Mando de la Defensa Aérea; luego ingresa en la Escuela de Guerra Naval y obtenida la diplomatura quedó en ella como profesor. Teniente coronel el 1960, al crearse dos años después el Grupo 610, la primera Unidad de Cooperación Aeronaval, o Lucha Antisubmarina, fue nombrado su jefe. Insensible a la fatiga de aquellas penosos vuelos en los anfibios Grumman; horas y horas sobre el agua a baja altura, el carácter de “El chanquete” en absoluto varió; viváz y apasionado parecía un entusiasta oficial. Lo conocí, cuando en marzo de 1969 pasé un par de días en su base de Jerez; hice un vuelo con él de dos horas, interesantísimo y hasta divertido, con él. Me contó que los fines de semana que no tenía servicio lo pasaba en grande compitiendo en “karts” con los americanos de Rota. Escribía muy bien y en alguna ocasión colaboró en esta misma revista; un trabajo sobre la aviación táctica fue premiado y anotado en su hoja de servicios. Como manitas que era, en unos minutos, trabajando madera y latón me hizo una preciosa metopa de su unidad. Pero un día... En uno de aquellos largos vuelos –escribía su biógrafo Emilio Herrera– una mañana en que la densa calima que cubría el mar de Alborán hacía aún más difícil la labor de vigilancia, aquel estupendo aviador de gran experiencia, con más de 10.000 horas de vuelo en su historial, pereció con toda su tripulación que, como él, había aceptado con plena conciencia el riesgo que la misión conllevaba. Era el 14 de mayo de 1969 y allí desaparecía para siempre aquel aviador prototipo de los de su generación , alegre, simpático, entusiasta, poseído de una gran pasión por el vuelo, valiente, estudioso y de ágil y fecunda pluma. A título póstumo y reconociendo sus indudables méritos le fue concedida la Medalla Aérea. 650 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2017
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 865
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