de afrontar una misión en el campo de batalla moderno, con las máximas garantías de eficacia y supervivencia. La capacidad stealth es fundamental en un avión de quinta generación, por ello es necesario que, junto con una suite de aviónica y de sensores de búsqueda y seguimiento de objetivos que aseguren una baja LPI (Low Probability of Interception, o baja probabilidad de interceptación), se logre plena efectividad en la forma aerodinámica, hablando en términos puramente geométricos que aseguren la reflexión al espacio de las ondas radar. Es por ello necesario el empleo de técnicas de fabricación y ensamblaje de gran precisión, por no decir realmente estrictas, algo que en el primer prototipo, el 31001, no se logró a tenor de las imágenes tomadas, defecto que se espera, hayan mejorado considerablemente en el segundo. Una mejora considerable, de momento sólo visible en las diferentes maquetas y modelos expuestos en diversos airshows, sería la inclusión en los motores de nozzles con forma de diente de perro o similar, que minimicen la firma radar trasera al máximo, algo que no se ha hecho en ninguno de los dos prototipos a tenor de las imágenes que han trascendido a la opinión pública; en este caso, si bien esta misma situación puede encontrarse en modelos stealth orientales, como el ya mencionado en el texto, T-50, revela una tendencia de diseño que se remonta a los años 1980, antes incluso del origen del programa ATF (Advanced Tactical Fighter) que daba por sentado que un avión de combate en perfil de gran altura y ampliamente supersónico sería inmune a ataques Imágenes comparativas entre el primer y el segundo prototipo real del J-31, haciendo Kincapié en algunas diferencias apreciables a simple visWa (Imágenes de Via Weibo/ http://chinesemilitaryreview.blogspot.com. es. Anotaciones y detalles, autor) sufridos en la sección de cola (siempre teniendo en cuenta el state of the art de los años 80), tendencia que una vez analizado y emitida la propuesta del mencionado programa que daría lugar al F-22A, es obsoleta, no sólo frente a aviones enemigos, sino también a la hora de enfrentarse a un sistema de defensa aérea integrada (IADS, Integrated Air Defense System). Así, pese a que por el momento las conclusiones extraídas del programa no sean muy favorecedoras, es fundamental tener en cuenta que sigue plenamente vivo y en constante evolución; muestra de esto es la fabricación del segundo prototipo, con un vuelo inaugural realizado hace menos de un año, y cuyas modificaciones e incorporaciones respecto al 31001 son tan extensas que hacen presagiar que no solo no serán las últimas, sino que poco a poco la suma de todas ellas darán lugar a un gran avión, quien sabe si finalmente destinado a exportación como apuntan algunas fuentes, navalizado como apuntan otras a tenor de ciertos ensayos realizados precisamente con el prototipo 31001, o bien como algunos estimamos, complementario al J-20. Lo que es seguro es que sus capacidades finales no tendrán nada que ver con las de aquel 31001 que realizó su demostración aérea en el 2014. • Bibliografía – “Beijing tech show highlights advances in Chinese fighter sensors”. Fisher, Richard D. IHS Jane´s Defence Weekly. July 2015. – “China´s New Stealth Fighter. Not a repeat from December 2010” Sweetman, Bill. Aviation Week Network. November 2012. – “China’s second FC-31 takes flight”. Waldron, Greg. Flight Global. December 2016. – “El Dragón Poderoso. El Chengdu J-20”. Sánchez-Horneros Pérez, Javier. Revista de Aeronáutica y Astronáutica Nº862. Abril 2017. – “New details emerge on Shenyang FC-31 fifth-generation export fighter”. Fisher, Richard D. IHS Jane´s Defence Weekly. November 2016. – “Second FC-31 takes to the air”. Varios. Combat Aircraft. December 2016. – “Shenyang J-31”. Lake, Jon. Stealth, Operations Declassified. Airforces Monthly Publication. Key Publishing. 2016. • REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Julio-Agosto 2017 553
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