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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 916

Observatorio Geopolítico e Internacional de Conflictos Luis Feliu Bernárdez. General de brigada. Artillería. DEM España lleva apoyando, desde hace tiempo, el desarrollo de una Defensa Europea; y la contribución de las FAS españolas en misiones de la UE es una manifestación clara de ese apoyo. Pero las misiones que actualmente desarrolla la UE, dentro de la Política Común de Seguridad y Defensa, no son suficientes para que la UE realmente se proyecte fuera como un actor global de seguridad. Después del fiasco de la participación de la UE en el conflicto de Siria, en la vecindad de Europa, parece que ha llegado el momento de proporcionar los mejores medios para proteger a los ciudadanos europeos en un mundo globalizado como el actual. En ese contexto la necesidad de una OTAN cada vez más europea está igualmente en consideración. En la actual configuración de la comunidad internacional, la UE necesita autonomía estratégica para adoptar sus propias decisiones sin condicionamientos externos, para evitar de esa forma las potenciales consecuencias que tiene para la UE no ser capaz de gestionar las crisis y conflictos principales que afectan a sus valores, principios e intereses, particularmente en el espacio geopolítico próximo. La UE no puede aceptar por más tiempo que en conflictos que le afectan considerablemente, otros actores estratégicos sean los que decidan sin tener en consideración las necesidades e intereses de seguridad europeos. Como he indicado, Siria es un caso flagrante de inacción geopolítica 96  REVISTA EJÉRCITO • N. 916 JULIO/AGOSTO • 2017 de la UE por falta de capacidad militar y de voluntad política. Ambas deben ir unidas para una disuasión creíble. Es bien conocido que la seguridad es indivisible y que no hay distinción entre la seguridad interna y la externa, por lo que no tiene sentido que la UE encapsule la seguridad interna sin tener en cuenta las consecuencias de la externa en su propio territorio. La UE no tiene fronteras interiores y las cuatro libertades de movimiento: de personas, de capital, de empresas, de residencia tiene que llevar consigo una capacidad para proporcionar esa indivisible seguridad tanto dentro como fuera de la UE. Para ello es preciso contar con capacidades militares más amplias y completas, que permitan a la UE actuar adecuadamente en ese mundo global. Los europeos son cada vez más conscientes de los nuevos riesgos y amenazas como la guerra cibernética, la guerra hibrida o un cada vez más activo terrorismo global, y de que la inestabilidad en las vecindades este y sur de Europa, así como los actos terroristas en el territorio europeo, se van a mantener en el tiempo y que algo debe hacerse lo antes posible y de forma conjunta, ya que ningún estado individual puede soñar en tratar de hacerlo solo. En esa situación tenemos que constatar que la inmensa mayoría de los países europeos son incapaces de defenderse por sí mismos y que precisamente ese fue el origen de la Alianza Atlántica. Incluso aquellos países europeos con mayores capacidades militares son incapaces de sostener una autonomía estratégica creíble en el actual escenario global. Sin embargo, aunque parezca una contradicción, los países de la UE, de forma conjunta, han gastado el año pasado más en defensa que China y mucho más que Rusia, solamente superados por los gastos de defensa de EEUU. A pesar de LA DEFENSA EN LA UE. INICIATIVAS PARA POTENCIARLA


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