TEMAS PROFESIONALES Con el transcurso de los años se ha pasado de coordinar las acciones entre las diferentes capacidades actuantes en el dominio marítimo a ejercer la coordinación entre ellas, para posteriormente sincronizar su actuación de forma integrada. Ahora bien, ante los nuevos desafíos emergentes, será necesario fomentar la interconexión y la interdependencia para garantizar el libre acceso y empleo en todos los dominios concernidos. Por consiguiente, las operaciones en el ciberespacio con el objetivo de garantizar el libre acceso y empleo de este dominio por parte de todos los usuarios serán uno de los mayores retos a los que se enfrentarán las marinas de guerra frente a los adversarios que desarrollen tácticas de negación de área o acceso. El esfuerzo principal propio se centrará en mantener la libertad de movimiento propia y degradar la libertad de acción del adversario. Por otra parte, la compleja naturaleza de las amenazas presentes en el dominio marítimo requiere del intercambio de información entre agencias nacionales e internacionales de forma precisa y oportuna. Por lo tanto, aspectos como la voluntad política, el progreso del impacto tecnológico y la evolución económica ejercerán una gran influencia sobre las estrategias marítimas. A corto y medio plazo los principales puntos de interés en el dominio marítimo, derivados de los factores analizados en este artículo, se situarán fundamentalmente en el mar Báltico, el mar Negro, el Mediterráneo Oriental, el golfo Pérsico y el Sudeste Asiático. Especial interés desde el punto de vista de la seguridad continuará manteniendo el mar Mediterráneo, que representa un puente estratégico para la seguridad de la Unión Europea. Este constituye una frontera natural de Europa con Asia y África, además de política y cultural entre Oriente y Occidente, pero también entre el creciente arco de inestabilidad que se está conformando en la franja geográfica que se extiende desde Oriente Medio hasta la región Sahel-Magreb con Europa. En conclusión, estas características conforman al mar Mediterráneo como un auténtico «talón de Aquiles» de la seguridad europea y nacional por su potencialidad como origen de conflictos de todo tipo. Su configuración como un mar cerrado le hace propicio a una potencial interrupción de las líneas de comunicación marítima como causa de accidentes o ataques de actores no estatales de carácter violento. Esta eventual incidencia tendría menos impacto sobre el estrecho de Gibraltar que sobre el canal de Suez o los estrechos del Bósforo, donde la vulnerabilidad aumentaría debido a lo reducido de sus dimensiones. 2017 143
REVISTA_GENERAL_DE_MARINA_JUL_2017
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