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innumerables veces. Aquí podríamos sacar a relucir ese conocido proverbio que dice: «Donde menos esperas, salta la liebre». L. C. R. 25.061.—Bussola o buxida Estos fueron los nombres —en italiano y latín vulgar respectivamente— que se le dio a la «cajita» o soporte donde se colocaba la aguja de marear para limitar los movimientos a los que estaba expuesta durante la navegación. En los primeros tiempos, las brújulas presentaban deficiencias notables, además de recurrirse a ellas en última instancia, o sea, cuando el guía no podía orientarse por el Sol o por la Estrella Polar. Influía también en su poca fiabilidad el hecho de que el polo magnético no coincide con el geográfico, dato desconocido entonces; hasta que el fabricante de velas y compases inglés Robert Norman escribió un tratado en el que explicaba este fenómeno y daba soluciones para medir las diferencias de latitud. Esto abriría las puertas a que muchos otros publicaran trabajos al respecto, como el inglés William Gilbert, que en su De magneti, en 1600, concluía que la propia Tierra es magnética. Incluso inventó un instrumento para medir la declinación, que resultó erróneo, ya que no tenía en cuenta que el campo magnético cambia constantemente. Tan confuso estaba el fenómeno del magnetismo que en los barcos estaba prohibido el ajo por considerar que sus humos acres causaban un mal funcionamiento de la brújula. A. Á. R. 25.062.—El primer buque de acero de la Marina española construido en España El crucero de 2.ª Infanta Isabel fue el primer buque con casco de acero construido en España. Se botó en La Carraca en 1885 y desplazaba 1.150 t, con una eslora de 67 m y una manga de 9,4. Era de tipo mixto, con propulsión a vela y vapor. Llevaba aparejo de corbeta, con velas cuadras en los palos trinquete y mayor y una cangreja en el de mesana, siendo la superficie total de velamen de 1.132 m2. La máquina de vapor era alternativa, con una hélice y 1.500 CV de potencia, siendo su andar de 14 nudos. Estuvo en servicio hasta 1926, siendo desguazado un año después. Su nombre era en honor de la hija de la reina Isabel II (1830-1904) y hermana de Alfonso XII (1857-1885). Aunque a esta unidad y las demás de la misma clase —Isabel II (1886-1902), Cristóbal Colón (1887-1895), Conde del Venadito (1888-1902), Don Antonio de Ulloa (1887- 1898) y Don Juan de Austria (1887-1898)— se las califica de cruceros de 2.ª, en realidad, como carecían de protección o blindaje, eran cañoneros grandes. L. C. R. 25.063.—Tres motivos de orgullo de los chinos Los chinos están muy orgullosos de haber sido los inventores de tres cosas realmente fundamentales para la humanidad: la brújula, el papel y la pólvora. A veces, a estas se añade un cuarto invento: el de la imprenta. En síntesis, podemos decir que la brújula, o carro que apunta al sur, la idearon antes del siglo II de nuestra era, aunque modernamente se ha hecho retroceder a esa época al siglo II a. de C. al descubrir que dicho carro fue precedido por una cuchara controladora del sur. La primera cita de la aplicación del compás a bordo de un buque procede del libro de Zhu Yu titulado Pingzhou Ketan del año 1119, aunque fue escrito entre 1111 y 1117, donde dice: «El navegante conoce la geografía; se guía por las estrellas de noche; de día lo hace por el Sol; y cuando es oscuro y nublado utiliza el compás». La invención del papel, por su parte, se atribuye al eunuco Cai (o Tsai) Lun (ca. 50- 121) en el año 105, aunque el hallazgo de algunos restos en Dunhuang ha hecho retro- MISCELÁNEA 156 Julio


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