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REVISTA HISTORIA NAVAL 138

JOSÉ ANDRÉS ÁLVARO OCÁRIZ Bandera de combate del navío San Ildefonso, conservada en el National Maritime Museum de Greenwich, Londres retirarse a causa de su herida, debo decirle que los dos navíos que, a su retirada, batían a éste a tiro de pistola, conservaron la posición hasta la 1 y 1/2 de la tarde el Defiance y el Revenge; el primero, para apartarse luego definitivamente del combate tras otra andanada del Príncipe, y el segundo para proseguir la acción contra el buque de Gravina, a cuya hora fueron relevados por otros dos el Thunderer y el Polyphemus, o bien el Thunderer y el Swiftsure, que si estaban atacando ya al Príncipe, dirigirían ahora sus fuegos contra el San Ildefonso, los cuales me destruyeron considerablemente el aparejo e introdujeron muchas balas a «la lumbre del agua», obligándome a poner en uso las bombas, y me metieron dentro muchos tacos incendiados, por los cuales se prendía fuego el alcázar y toldilla, cuya extinción conseguí con mucho trabajo; desarbolé del palo del trinquete a uno de estos dos navíos que me causaron tantas averías, y se retiraron del combate; a las 3 de la tarde, viendo que se dirigía para mí el navío Defence, que aún no había combatido se refiere a no haber combatido contra el San Ildefonso, situándose por mi aleta de estribor, con un fuego muy vivo y sostenido, concluyó la obra que tanto avanzaron los otros cuatro anteriores, acabando de desarbolarme enteramente, matándome e hiriéndome mucha gente» (17). Tras ser liberado, Gomendio participó, ante la invasión francesa, en la captura de la flota del almirante Rosily, en Cádiz, entre el 9 y el 14 de junio de 1808. Durante 1809 obtuvo el mando del navío Príncipe de Asturias, encar- (17)  Ibídem. 58 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 138


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