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REVISTA HISTORIA NAVAL 138

fin la orden de concluir los trabajos y volver a Cádiz. A su regreso, se hace temporalmente cargo de la dirección del Depósito Hidrográfico de Madrid, donde edita varias obras llenas de erudición. La situación de Europa y de sus imperios oceánicos se había complicado notablemente con la nueva alianza entre Madrid y París frente a Inglaterra. Después de la defensa de Cádiz contra el ataque de Nelson de 1797, Churruca fue enviado al puerto de Brest como mayor de la Armada. Allí escribió Instrucción militar para el navío Conquistador, uno de los principales buques bajo su autoridad. Desde Brest, Churruca viajó a París, donde fue recibido, junto a otros marinos hispanos, por el propio Napoleón, quien les rindió homenaje JOSÉ ANDRÉS ÁLVARO OCÁRIZ Cosme Damián de Churruca. Museo Naval, Madrid con un bello estuche de armas. De regreso a Brest escribió Método geométrico para determinar todas las inflexiones de la quilla de un buque quebrantado. En 1802 publicó la memoria científica de su anterior expedición: Carta esférica de las Antillas y la particular geometría de Puerto Rico. Después de una temporada en su pueblo natal, a finales de 1803 realizó un viaje a Madrid para visitar al rey Carlos IV, con el que departió de asuntos marítimos y de quien recibió también un homenaje. A partir de 1804 estuvo designado como mando de otro de los mejores navíos de la Armada: el Príncipe de Asturias, surto en Ferrol, barco que adecuó con los avances más innovadores de la época, especialmente en lo referente al artillado. Pero el navío definitivo de Churruca acabaría siendo el San Juan Nepomuceno, cuyo mando recibió a principios de 1805. El buque le fue encomendado para que efectuase en él las reformas que creyera pertinentes. Como barco de 74 cañones y dos puentes, aplicó sobre su cubierta las principales ideas del pensamiento naval de la época sobre estabilidad de cargas y armamento, dejándolo listo para el combate en pocas semanas. En los arreglos del San Juan permanecería Churruca hasta julio de 1805, momento en que se unió a la flota combinada, desde Ferrol, con el Nepomuceno y otras unidades de refresco. Precisamente, en la primavera de ese año contrajo matrimonio con María Dolores Ruiz de Apodaca, emparentada con 60 REVISTA DE HISTORIA NAVAL Núm. 138


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