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REVISTA HISTORIA NAVAL 138

LA INTRÉPIDA Y LA MENSAJERA. DE TRANSBORDADORES EN NUEVA YORK A... da durante la contienda, si bien «sobrevivió» a esta sin ser hundida, habida cuenta que el 12 de noviembre de 1898 se dispuso su venta en pública subasta, junto al Alcedo y la Ligera, siendo adjudicada al armador Sanjurjo por 1.100 pesos (40). A partir de aquí, la pista de la Intrépida se hace algo borrosa. Algunos autores afirmaron que, rebautizada como Antonio Maceo, se incorporó con posterioridad a la Marina cubana (41). Sin embargo, el conocido anuario Jane’s Fighting Ships, reseña al buque con los siguientes datos: año de construcción, 1896; casco de madera; desplazamiento, 35 toneladas; eslora, 22,87 m (75 pies); manga, 3,05 m (10 pies); calado, 1,68 m (5,5 pies); velocidad, 10 nudos; y capacidad de almacenamiento de carbón, 8 toneladas. Hace algunos años, la historiadora ucraniana Romana Lapshin, al comparar las características de los buques en su día españoles con la de su presunto avatar cubano, sugirió que el Antonio Maceo probablemente había sido la cañonera Mensajera en lugar de la Intrépida, teniendo en cuenta su armamento. Pero es poco probable que los cubanos, debido a sus escasos medios, hubieran mudado su poder ofensivo. Esta hipótesis se refuerza si echamos un vistazo a la Lista Oficial de Buques de la Armada. De hecho, y como hemos visto, la Intrépida se vendió a un particular, mientras que la Mensajera fue dada de baja durante la guerra. En caso de que, efectivamente, la lancha devenida en Antonio Maceo fuera la en otro tiempo denominada Intrépida, sería el único exbuque español de guerra que los cubanos compraron a un particular. Muchos de estos pequeños buques quedaron abandonados durante la evacuación de los puertos, si bien por lo común fueron echados a pique antes, para evitar su utilización por el enemigo. La Mensajera bien pudo haber corrido esta suerte. Sea como fuere, durante unos meses, el que acabaría llamándose Antonio Maceo sería utilizado por la Administración norteamericana, para luego pasar al servicio de aduanas y, más tarde, incorporarse a la Marina cubana, donde se le bautizó con ese nombre. Según el Janeʼs estuvo en servicio hasta los años treinta. Sobre el final de su lancha gemela no tenemos ninguna referencia. Ojalá que algún historiador que lea este artículo pueda arrojar alguna luz sobre ella. Como conclusión, en vista del grado de deterioro que habían alcanzado las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos, es lícito preguntarse cómo consintieron los norteamericanos la venta de los transbordadores, pues (40)  A aquel también se le adjudicó la Ligera, por la que pagó 1.000 pesos, mientras que José Santa María se quedó con el cañonero Alcedo por 8.000 (La Correspondencia de España, 13 de diciembre de 1898). En cualquier caso, su baja en la Lista Oficial de Buques no se produjo hasta el 21 de diciembre de 1898, fecha de la real orden que así lo dispuso. Lo propio sucedió con la Mensajera. (41)  GáLVEZ AGUILERA, M..: La Marina de Guerra en Cuba. Tomo I: 1909-1958. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2007, p. 333. Año 2017 REVISTA DE HISTORIA NAVAL 81


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