Seguridad y Defensa REVISTA EJÉRCITO • N. 918 OCTUBRE • 2017 15 en labores de apoyo en conflictos internacionales. Aunque esta relectura posibilitará mejorar la capacidad para responder a «escenarios grises», colaborar en actividades de seguridad cooperativa, participar limitadamente en misiones de defensa colectiva y apoyar más efectivamente a EE. UU. en las crisis que puedan surgir en la región (tal y como ha sucedido a principios de este año cuando varios destructores nipones se han unido a la flota estadounidense coincidiendo con escalada de tensiones con Corea del Norte), Japón solo podrá participar en operaciones de combate si existe una amenaza directa a la seguridad del país. Finalmente, para consolidar estas transformaciones en la arquitectura de defensa nipona, en abril de 2015 Washington y Tokio firmaron unas nuevas directrices para la cooperación en defensa. Estas asumen que los avances tecnológicomilitares, el cambiante entorno de amenazas, la normalización militar japonesa y las mejoras en la interoperabilidad entre las fuerzas de ambos países requieren ampliar la colaboración y la extienden a la ciberdefensa, al uso del espacio para fines defensivos, al mando conjunto del escudo antimisiles o a la puesta en común de medios de transporte, materiales e infraestructuras. Además, se establece un mecanismo de coordinación de las actividades militares bilaterales en tiempo de paz y para todas aquellas contingencias no cubiertas por el Artículo V del tratado (defensa de Japón), como son las «zonas grises». No obstante, el elemento más trascendental de estas directrices es que recogen la reinterpretación de la Constitución para posibilitar la autodefensa colectiva fuera de las fronteras del país, expanden de facto el ámbito geográfico de la alianza y permiten la cooperación bilateral en las «situaciones en las áreas contiguas a Japón»10, la protección de las líneas marítimas, la participación nipona en contingencias en el litoral chino o la península coreana e incluso la contribución del país en operaciones lideradas por Washington fuera de Asia-Pacífico11. Aunque las previsiones técnicas de estas directrices ya están siendo implementadas y el ejecutivo de Abe está acelerando la plena normalización de la defensa para responder a cualquier La amenaza nuclear es uno de los principales factores de desestabilización de la región
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 918
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