Cruce del río Ebro por el Ejército Nacional en marzo de 1938 al sur, empuje de yunque al norte y martillo de sur a norte. También abundan los ejemplos en los que un mecanismo no funciona cuando falla una de sus partes. En el avance de los aliados en la península italiana en el invierno de 1943-44 el mayor obstáculo para liberar Roma era la línea Gustav. Los aliados plantearon entonces una combinación de acciones para romperla que consistía en un empuje del V Ejército USA desde el sur contra las defensas de la línea en el sector de Montecassino y un desembarco en las playas de Anzio, a 50 kilómetros al sur de Roma, por el VI Cuerpo de Ejército USA. El ataque desde el mar cortaba las rutas logísticas hacia la línea Gustav y su posibilidad de retirarse, además de poner al alcance de los aliados la liberación de la primera capital en suelo continental. El 21 de enero se lanzaron las primeras oleadas de desembarco con una sorpresa total. Sin embargo, un considerable exceso de celo en la consolidación de la cabeza de desembarco, así como la extraordinaria reacción de las fuerzas alemanas, contuvieron a las fuerzas americanas en el perímetro de la cabeza de playa. Semanas después hubo que retirar fuerzas del esfuerzo principal en Cassino para apoyar a los desembarcados. 24 REVISTA EJÉRCITO • N. 918 OCTUBRE • 2017 Y es que, por muy bueno que sea el mecanismo decidido hay que ejecutarlo tan bien y tan rápido como sea posible. CONCLUSIÓN En un estudio de batallas victoriosas se identifica a veces una sucesión de acciones antes y durante la batalla que van conduciendo al enemigo a una situación física y moral previa a la derrota. A la concatenación de acciones combinadas hábilmente con engaños o decepciones para producir sorpresa o decisiones erróneas, que no es el plan, ni una secuela, ni un subplan sino el hilo conductor de todo, se le podría llamar «mecanismo». El nombre, cuya asociación con la mecánica pudiera llevar al error de pensar que todo lo planeado automáticamente se ejecuta, sugiere mostrar una lógica conductora del plan. No se trataría de un concepto nuevo. Más bien se trata de considerar la batalla como un libreto de zarzuela donde están secuenciados los actos más importantes y en el que hay guiños al espectador, cortinas de humo y sorpresas, y sin el cual todo resulta confuso. Quizás el símil de una corrida de toros valga como ejemplo. Sale el toro y la cuadrilla lo mueve para conocerlo. En la suerte de varas se le «humilla» y en el banderilleo se va
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 918
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