Servicio Religioso << La confi rmación te da fuerzas que no ves, pero que sentirás ya que el Espíritu Santo recibido allanará el camino para que encuentres tu propia identidad y sepas aceptar tu responsabilidad ante ti mismo, tu familia y tu Legión. La confi rmación te da fuerzas para que huyas de actitudes malsanas de nuestra época como el infantilismo y el victimismo. Los infantiles son los que quisieran ser cuidados como perpetuos niños, rehúsan cualquier responsabilidad y además todos los demás tienen que estar pendientes de ellos. Normalmente el infantilismo se alía con el victimismo. La culpa de mis miserias la tienen los demás. Si soy depresivo y no afronto mi propia vida es por culpa de otros. Si yo no sé desarrollar mis capacidades, la culpa es de mis maestros. Si no promociono es por culpa de mis Mandos. Los curas tienen la culpa de que yo no sienta ningún gusto por la fe. En el rito de la confi rmación, aunque no lo veamos hay una ayuda incalculable en la pelea espiritual, nos hace soldados del Cristo de la Buena Muerte: •La invocación al Espíritu, signifi ca que te envían al mundo para construirlo según el Espíritu Santo y para dar testimonio de Cristo. Es algo común a todos los confi rmandos. •En la imposición de manos, cada uno recibe la fortaleza necesaria para realizar su vida y dar su testimonio, de manera personal y única, pero acompañados de un padrino, igual que Cristo acompaña siempre a los sellados por el Bautismo. •Después el confi rmando es ungido por el crisma, aceite de oliva y de bálsamo. Gracias al Espíritu Santo, la vida adquiere un nuevo gusto, las heridas de la vida son curadas, nos ayuda a acercarnos a los Sacramentos de Curación (confesión y unción de enfermos), a coger la espada y el escudo para seguir luchando cuando caemos y con una renovada energía nos da la esperanza de la victoria. •En el saludo de la Paz, el Obispo abraza a cada confi rmando, se sustituyó en el Concilio Vaticano II por lo que antiguamente era “un buen pechazo o cachetazo”, y signifi ca que no hay que tener miedo a los malos espíritus, ya que el Espíritu Santo es más fuerte que todos ellos. Hay ritos que tienen que morir para ser descubiertos de nuevo, y por ello nuestro Vicario dio un toquecito en la mejilla de cada confi rmando. Finalmente con las Preces y resto de la ceremonia Eucarística dimos gracias a Dios por estos compañeros legionarios que se han decidido a seguir con alegría su libertad de espíritu, vivir según la fuerza del Espíritu, vivir según los dones del Espíritu Santo, para que ayudados por nuestro Cristo de la Buena Muerte La Legión sea la más gloriosa. 540· III-2017 55 La Legión
LA LEGION 540
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